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El secretario de Estado de Investigación, Carlos Martínez Alonso, señaló ayer que, con su participación como socio fundador en el Consorcio Internacional del Genoma del Cáncer (ICGC, en sus siglas en inglés), que pretende identificar en cinco años las alteraciones genómicas de los 50 tipos de cáncer más comunes, «se ha logrado la presencia de España en el G-9 de la Ciencia».

El proyecto, que en España será llevado a cabo por el doctor Elías Campo, del Hospital Cliníc de Barcelona, supondrá una inversión de 15 millones de euros (20 millones de dólares).

También formarán parte del consorcio Canadá, que estudiará el cáncer de páncreas; Francia que analizará los subtipos de hígado y mama; India que analizará el cáncer de boca; Japón, que centrará su investigación en el subtipo de hígado; Reino Unido, que ha seleccionado varios subtipos de mama, y Australia, que aún no ha publicado el tipo a analizar.

Además, Estados Unidos cooperará con el ICGC a través del proyecto The Cancer GenomeAtlas (TCGA), una iniciativa dirigida a explorar las bases genéticas de tres tipos de cáncer en cerebro (glioblastoma multiforme), pulmón (carcinoma escamoso) y útero (adenocarcinoma seroso).

Para ello, dada la alta complejidad del ADN individual, cada país deberá secuenciar al menos 500 muestras de cada tipo de cáncer en estudio, «lo que supone un proyecto del orden de 25.000 veces más complicado que fue la secuenciación del genoma humano».

Dentro de cinco años cada país deberá publicar las primeras conclusiones de manera gratuita y 'on line', lo que «permitirá una información directa e inmediata sobre los otros 49 tipos de canceres que los demás grupos participantes en el consorcio están obteniendo».

Por otra parte, pacientes y especialistas reclamaron ayer actuaciones «rápidas y globales» frente al cáncer en Europa durante la celebración del II Congreso Europeo de Pacientes, Innovación y Tecnologías del Instituto Europeo de Salud y Bienestar Social celebrado en Madrid. Según la presidenta de la Federación Española de Cáncer de Mama (Fecma), María Antonia Gimón, la implantación de un modelo común a todos los países europeos «redundaría en una mejora de la prevención, el diagnóstico precoz, los tratamientos, la atención sanitaria (incluyendo los cuidados paliativos) y la investigación».

Para ello, la experta aseguró que es necesario que los Estados miembros de la Unión Europea «corrijan» las causas por las que existen diferencias en cuanto a las tases de supervivencia en la mayor parte de los cáncer del continente. «No en vano, cada año se registran millones de nuevos casos de cáncer, que es causa de más de un millón del total de los fallecimientos de la Unión Europea».