La Fundació Banc de Sang ha instalado su característico bus de recogida de donaciones de sangre en la plaza de España de Palma coincidiendo con la efeméride. | @donasangbalears

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La Organización Mundial de la Salud (OMS) se fija como objetivo que las donaciones de sangre sean voluntarias y no remuneradas, un modelo de donación que ya se sigue en España, aunque no así en la mayor parte del mundo.

Con motivo del Día Mundial del Donante de Sangre, que se celebra este martes, la organización propone que este tipo de donación se establezca en 2020 en más de la mitad de los países del mundo, «con el fin de garantizar un suministro fiable de sangre segura para los pacientes».

Así, ha puesto en marcha la campaña de concienciación que este año lleva el lema 'La sangre nos conecta a todos', y llama la atención sobre el papel que desempeñan los sistemas de donación voluntarias para alentar a la gente a cuidar unos de otros.

«Aunque tenemos muchas diferencias externas, la misma sangre corre por nuestras venas», ha señalado la doctora Margaret Chan, directora general de la OMS. «La donación de sangre voluntaria no remunerada es el acto de dar vida, es el regalo más grande que cualquier persona puede dar o recibir», ha añadido.

Diferencias importantes

Según estimaciones de la OMS, cerca de 108 millones de donaciones de sangre se recogen en el mundo cada año. Casi el 50 por ciento de estas donaciones de sangre se recogen en los países de altos ingresos, donde vive menos del 20 por ciento de la población mundial.

Además, la tasa media de donación de sangre es nueve veces mayor en los países de ingresos altos que en los pobres, y en muchos países la demanda supera a la oferta, enfrentando a los servicios de sangre al reto de tener suficientes reservas disponibles, garantizando a su vez calidad y seguridad.

«Un suministro adecuado sólo puede garantizarse a través de donaciones periódicas de donantes de sangre voluntarios no remunerados», añade.

Estos donantes constituyen el grupo más seguro, en el que la prevalencia de infecciones transmitidas por sangre es menor que en los donantes remunerados y familiares o allegados, un hecho que se suma en muchos lugares a la falta de medios materiales y humanos para detectar estas infecciones.