Una madre va con su hija a la playa y se sienta cerca de un grupo de jóvenes. La mujer les observa y se fija en una chica en especial: la del bañador verde. Ve a una chica insegura con su físico y acomplejada con su cuerpo a pesar de tener apenas 16 años y toda una vida por delante, y le cuenta en una carta que jamás leerá -o quizá sí, ahora que se ha hecho viral- que no se preocupe por esas cosas.
Es la historia que relata Jessica Gómez en su perfil de Facebook y que en cuestión de horas ha corrido como la pólvora en Internet. La publicación se ha compartido más de 140 mil veces y tiene más de 100 mil 'me gusta'. La creadora del texto se ha mostrado, en su perfil en la red social, sorprendida y agradecida por la repercusión que ha generado su relato.
Este es el texto íntegro que la autora publicó en su muro de Facebook:
«QUERIDA CHICA DEL BAÑADOR VERDE:
Soy la mujer que está en la toalla de al lado. La que ha venido con un niño y una niña.
Primero que nada, decirte que estoy pasando un rato muy agradable junto a ti y tu grupo de amigos, en este trocito de tiempo en el que nuestros espacios se rozan y vuestras risas, vuestra conversación ‘transcendental' y la música de vuestro equipo me invaden el aire.
¿Sabes? He alucinado un poco al darme cuenta de que no sé en qué momento de mi vida he pasado de estar ahí a estar aquí: de ser la chica a ser “la señora de al lado”, de ser la que va con los amigos a ser la que va con los niños.
Pero no te escribo por nada de eso. Te escribo porque me gustaría decirte que me he fijado en ti. Te he visto, y no he podido evitar verte.
Te he visto ser la última en quitarte la ropa.
Te he visto ponerte detrás de todo el grupo, disimuladamente, y quitarte la camiseta cuando creías que nadie te miraba. Pero yo te vi. No te miraba, pero te vi.
Te he visto sentarte en la toalla en una cuidada postura, tapando tu vientre con los brazos.
Te he visto meterte el pelo tras la oreja agachando la cabeza para alcanzarla, quizá por no mover los brazos de su estudiadísima posición casual.
Te he visto ponerte en pie para ir a bañarte y tragar saliva nerviosa por tener que esperar así, de pie, expuesta, a tu amiga, y usar una vez más tus brazos como pareo para taparte: tus estrías, tu flaccidez, tu celulitis.
Te vi agobiada por no poder taparlo todo a la vez mientras te ibas alejando del grupo tan disimuladamente como antes lo hiciste para quitarte la camiseta.
No sé si tenía algo que ver, en tu descontento contigo misma, que la amiga a quien tú esperabas se soltaba su larguísima melena sobre una espalda a la que sólo le faltaban unas alas de Victoria's Secret. Y mientras tanto tú ahí, mirando al suelo. Buscando un escondite en ti misma, de ti misma.
Y me gustaría poder decirte tantas cosas, querida chica del bañador verde… Puede que porque yo, antes de ser la mujer que viene con los niños, he estado ahí, en tu toalla.
Me gustaría poder decirte que, en realidad, he estado en tu toalla y en la de tu amiga. He sido tú y he sido ella. Y ahora no soy ninguna de las dos –o acaso soy ambas aún- así que, si pudiera dar marcha atrás, elegiría simplemente disfrutar en lugar de preocuparme -o vanagloriarme- por cosas como en cuál de las dos toallas, la suya o la tuya, prefiero estar.
Quisiera poder decirte que he visto que llevas un libro en tu bolsa, y que cualquier vientre que ahora tenga tus dieciséis años perderá, probablemente, su tersura mucho antes de que tú pierdas la cabeza.
Me gustaría poder decirte que tienes una preciosa sonrisa, y que es una pena que estés tan ocupada en ocultarte que no te quede tiempo para sonreír más.
Me gustaría poder decirte que ese cuerpo del que pareces avergonzarte es bello sólo por ser joven. ¡Qué coño! Es bello sólo por estar vivo. Por ser envoltorio y transporte de quien en realidad eres y poder acompañarte en cuanto haces.
Me encantaría decirte que ojalá te vieras con los ojos de una mujer de treinta y pico porque quizás entonces te darías cuenta de lo mucho que mereces ser querida, incluso por ti misma.
Me gustaría poder decirte que la persona que algún día te quiera de verdad no amará a la persona que eres a pesar de tu cuerpo, sino que adorará tu cuerpo: cada curva, cada hoyito, cada línea, cada lunar. Adorará el mapa, único y precioso, que dibuja tu cuerpo y, si no lo hace, si no te ama así, entonces no merece que le ames.
Me gustaría poder decirte que –créeme, créeme, créeme- eres perfecta como eres: sublime en tu imperfección.
Pero, ¿qué te voy a decir yo, si sólo soy la mujer de al lado?
Aunque, ¿sabes qué? Que he venido con mi hija. Es la del bañador rosa, la que juega en el río y se está untando en arena. Hoy sólo le ha preocupado si el agua estaría muy fría.
A ti no te puedo decir nada, querida chica del bañador verde…
Pero todo, TODO, se lo voy a decir a ella.
Y todo, TODO, se lo diré a mi hijo también.
Porque así es como todos merecemos ser queridos.
Y así es como todos deberíamos querer.»
24 comentarios
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Llamarse Jessica (nombre anglosajón), también indica inseguridades. Parece que si tiene un nombre de actriz de cine o cantante internacional, será más guay, o más guapa, o será más popular entre sus amigas. Un nombre español no mola, no es cool, no está en la onda, hay que llamarse Jessica para ser una hembra alfa y ser aceptada en la manada de las vanidades.
el ms bello comentario que se podia hacer de una joven-mujer tan bella que maravilla leer algo asi y saber que hay tanta belleza y sensibilidad para verlay apreciarla ,gracias a las 2 y mis mejores deseos para ambas
Quina tonteria, i mes beneits els de les "redes sociales", aqui si que hi ha per pixar i no fer-ne ni gota.
La gente que critica la bonita carta que ha escrito la señora de al lado de la chica del bikini verde, no ha entendido nada del trasfondo de esa carta. Y es que es una pena que por tener unos kilos de más, o ser más delgado de lo normal o cualquier otra característica de nuestro físico que se aleje del canon de perfección que nos han gravado a fuego en nuestras cabezas a base de anuncios de modelos y fotos de cuerpos esculturales, no seamos capaces de querernos como deberíamos y de disfrutar 100% de un día de piscina, sin sentirnos acomplejados por nuestro físico.
Vaya bikini hortera! Y vaya relato cursi.
Ahhh Sopi... Entonces, es normal estrias y celulitis a esas edad?! Hablas de tu experiencia entiendo... Entonces, si siendo joven no te cuidas, porque sera que no hay mierda para comer hoy en dia... Cuando cambia el cuerpo de la mujer.. a los 20, a los 30, a los 40... no me quiero imaginar!! Sopi, no es NORMAL ni saludable que una niña, con cuerpo de niña, tenga problemas de una adulta sedentaria con mala alimentación y hábitos.
Pero qué os pasa? La foto la ha puesto el diario para ilustrar la noticia. Nada tiene que ver más allá del verde. Y decir que una chica de 16 claro que puede tener estrias y celulitis. Primero por el propio crecimiento y segundo porque en la adolescencia se acumula culo. Más que nunca! Para actuar como reserva para situaciones extraordinarias. Bueno... y un poco de culo o panza no es el fin de la salud. Es que por favor que gente más simple. Y la delgada que se queja de que la manden a comer q sepa que a la otra chica seguramente la miran con desaprobación cada vez que come. Dejemos vivir al mundooo!!!
Hipocritas todos.. Vemos una persona entrada en carnes y está sano, vemos una persona delgada y está enferma. Luego, puertas para adentro de casa de cada uno, la persona entrada en carnes es una p*** gorda y la delgada es la envidia. Yo hablo de que soy delgada, y estoy CANSADA de que me digan que estoy enferma, o que necesito un cocido.... y yo no les pregunto... y tu.. porque estas tan gorda? Tampoco es normal que una niña de 16 años presente estrias, celulitis, y esté entrada en carnes......mas que nada, saliendo de lo estetico, es salud!!!
Cursilería barata. Además la chica está bien. Un síntoma de que la sociedad está enferma: el culto a la imagen. Otro síntoma: que se preste atención a chorradas como ésta.
Dónde está la arena?. Eso no es una playa, es una piscina....