Lo más llamativo de esta iglesia madrileña, con cierto toque okupa, es el cepillo, permanentemente abierto. | Jesús García Marín

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La iglesia de San Antón, construida a mediados del siglo XVIII, está en pleno barrio de Chueca, la zona arcoíris de Madrid, mundialmente famosa durante el Orgullo Gay. Esta iglesia también es muy popular porque a ella se acercan el 17 de enero muchos con el perro, el gato o el canario (o la anaconda) para que sea bendecido el día de San Antón.

San Antón, templo de austero barroco, se halla en la calle Hortaleza, donde vivió un tiempo el polígrafo y escritor menorquín, autor de textos fundamentales de la historia de Mallorca José María Quadrado (1819-1896) y no está lejos de la calle Aduana, donde anduvo otro tiempo en una modesta pensión el gran poeta pollencí Costa i Llobera.

La iglesia, regentada por escolapios, es un pequeño oasis para los ‘sin techo’; el confesionario son dos butacas abiertas para poder hablar con tranquilidad de lo divino y lo humano. El templo, con cierto toque okupa, rezuma la nueva ortodoxia del papa Francisco. De hecho, lo más llamativo es el cepillo, abierto permanentemente, y junto al mismo un letrero en el que se lee: «Deja lo que puedas. Coge lo que necesites».