Esta máxima no hace falta que se la recuerden a Damien Murphy, un padre irlandés que recientemente descubrió a su pequeño Jamie metido en el interior de una de esas máquinas expendedoras de peluches que existen en muchos centros comerciales y de ocio.
Un momento de despiste bastó para que el joven Houdini, con la inestimable ayuda de su hermano mayor, se colara hasta donde están todos los peluches, accediendo por la trampilla por la que habitualmente salen los juguetes de los que resultan agraciados.
El padre no daba crédito cuando se percató de la escena. Tras intentar sacarlo por sus precarios medios, lo tranquilizó y avisó al personal encargado de la máquina.
Finalmente, fue un bombero quien lo auxilió. Además, el propietario de la máquina le dejó ir con dos dragones con los que se había 'encariñado' en el rato pasado dentro de la urna de cristal. Toda la historia y un curioso vídeo, fue compartido por el mismo Murphy en Facebook.
3 comentarios
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... ni una mención a los padres, responsables civiles subsidiarios en los desmanes de sus retoños? con lo fácil que es prevenir, diciéndoles que miren y no toquen, que la propiedad es privada que no se roba, que si quieren algo que lo pidan, etc... no vale escurrir el bulto echándolo sobre los trabajadores del comercio o llamando a los bomberos
Esto... el redactor de la noticia sabe que Houdini se caracterizaba precisamente por escaparse de cualquier sitio, no por meterse y no saber salir que es lo que ha pasado aquí, ¿verdad?
Me lo creo, el mio se quedo con el brazo y la mano atrapado en una de bolas de de una cadena de jugueterias, intentando sacar bolas, en la tienda no sabian que hacer y no tenian la llave, afortunadamente lo pude liberar yo mismo