Así lo indica monseñor Rodríguez en una carta publicada pocos días después de que el grupo de mujeres separadas y divorciadas 'Santa Teresa', que nació como parte de la pastoral familiar de la archidiócesis, fueran recibidas por Francisco en el Vaticano.
«El Santo Padre pidió que, ante los hijos, estas madres no hagan de ellos rehenes entre ellas y sus padres. El tono del Papa era el de un conocedor del drama que se instala en el corazón de los que se separan y exhortó a considerar siempre 'el bien de los chicos'», ha indicado el arzobispo.
Según asegura monseñor Rodríguez, durante la visita, las componentes del grupo preguntaron al Papa y él contestó «despacio, sin prisas» invitándolas a «vivir su situación sin rencor, perdonando y pidiendo perdón».
«Recuerdo que Francisco razonaba diciendo que los hombres y mujeres no tenemos vocación de permanecer heridos; hemos de acostumbrarnos a vivir con la cicatriz que produjo la herida, porque la cicatriz puede dar dignidad. El perdón es difícil, pero va a la herida y a quien hirió», subraya.
Finalmente, monseñor Rodríguez apunta que del encuentro con el Papa se llevan la invitación a «seguir adelante como grupo y abrirse a tantas otras mujeres y hombres que viven este drama de la ruptura matrimonial» para lo cual «hay que salir, acoger, escuchar y acompañar».
2 comentarios
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Las mujetes españolas siempre han sido así se escudan con los hijos para presionar a ex.
Si tener los hijos, cuidarlos y criarlos solas, porque el padre no quiere saber nada de ellos, es tenerlos como rehenes, mejor que se vaya de copas con sus amigotes beatos que le cuentan esto. Además la Iglesia, no permite el Divorcio. Es increíble, ver como los curas se mminmiscuyen en lo que no saben, y además, para estropearlo. "Ay de aquel que escandaluzara a uno de estos pequeñuelos, más valdría que le ataran una piedra al cuelli y lo echaran al mar" Esto no es una amenaza, son palabras de Jesús. Buenas noches y no mezcléis golpistas con cruciffijos, ni uséis a los hijos de los divorciados para humillarlos y vender lo que no está escrito en.el Evangelio.