El informe confirma así el dato ya adelantado en el mes de marzo por la Organización Meteorológica Mundial en su análisis del año 2016. El trabajo 'El Estado del Clima 2016' concluye que la mayoría de los indicadores de cambio climático siguieron la tendencia actual de calentamiento global, y muchos de ellos, incluidos la temperatura de la tierra y de los océanos, el nivel del mar y las concentraciones de gases de efecto invernadero en la atmósfera «rompieron los récord alcanzados justo el año anterior», en 2015.
Así, el documento, publicado en un suplemento especial del Boletín de la Sociedad Meteorológica Americana, estima que el récord de calor del pasado año es resultado de una influencia combinada entre el calentamiento global a largo plazo con un fuerte fenómeno de El Niño de 2016. El chequeo anual del planeta que dirigen investigadores del Centro Nacional de Información Ambiental de la NOAA recoge las contribuciones de más de 450 científicos de casi 60 países.
Entre sus conclusiones, destaca que las emisiones de gases de efecto invernadero siguieron aumentando en 2016 y añade que dióxido de carbono, metano y el óxido de nitrógeno volvieron a crecer y alcanzaron nuevos récords. Por ejemplo, las emisiones globales de dióxido de carbono experimentaron el mayor crecimiento observado en los últimos 58 años.
La media anual mundial de concentraciones de dióxido de carbono sobrepasó el límite de las 400 partes por millón, hasta 402,9 partes por millón por primera vez desde que se realizan mediciones modernas en la atmósfera, lo que supone un nuevo récord.
El informe dedica un apartado concreto a la Península Ibérica e indica que a pesar de que tuvo una primavera fría, la temperatura ha sido más cálida en 2016, con anomalías positivas de más de 2ºC en el centro de España, en la costa del Mediterráneo y en el noroeste, mientras que en Portugal el año no fue tan cálido, aunque con una anomalía de 1,2ºC.
La principal contribución a esta calidad se produjo durante los meses de verano, en julio y agosto. En primer lugar, el año llegó con un inverno cálido, 1,3ºC más de lo normal. La primavera fue una estación fría, con una anomalía de -0,5ºC al menos en la mitad oeste de la Península, ya que en la costa del Mediterráneo las temperaturas mantuvieron anomalías de +1ºC en las zonas costeras. De hecho, el estudio de la NOAA confirma que la primavera de 2016 fue una de las más frías en lo que va de siglo en España, por detrás de 2004 y 2013.
2 comentarios
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No se crean NADA. A estos yanquis de la NASA, NOAA, y compañía (IPCC, CRU...) sólo les interesa que todos menos ellos paguemos un impuesto por respirar. Hide the decline
Tota sa culpa es del lloguer vacacional, Airbnb, Podemos, els turistes i Veneçuela!. No a la massificació. Sí a slogans com a CiutatPerQuilhabita i altres cabotades. Que algú m expliqui qui va causar sa darrera glaciació (industrial) que va configurar el mapa geopolític actual!.