Cuenta ella que cuando le vio, dijo que no le gustaba. Es más, lo dijo allí, sentada en la mesa. «Y lo dije porque en la distancia me pareció guapo, pero bajito». Pero en el transcurso de la cena, no solo cambió de opinión, sino que aceptó una segunda cita. Y él, también.
El verano pasado trabajaron los dos en Tito's, en plantas distintas, y no se conocían. «Yo jamás la vi», confiesa él, que trabajaba en La Nube, espacio para residentes mayores de 25 años. «Y yo le vi una vez, estando en mi planta, la Royal, que está por encima de la suya. Pero es que si me lo encuentro por la calle, ni le reconozco. Es más, cuando se sentó frente a mí, no tenía ni idea. No sabía quién era. Comencé a atar cabos cuando dijo que había trabajado en Tito's».
A la hora de decidir si había segunda cita, «David le pidió al periodista que se nos asigna que fuera yo la primera en decir si la quería o no. Se ve que tenía miedo a arriesgarse siendo el primero en decir ‘sí' y encontrarse con que yo dijera ‘no'. Vamos, que no se quería exponer…». Por último, a la hora de pagar, pagó ella. «Es que cuando llegué –explica David–, le dejé a Carlos Sobera mi chaqueta y ahí llevaba la cartera, si no, pago yo». Lo cierto es que ya están en la tercera cita, la de este miércoles. «Me llamó desde Son Servera para venir a verme –comentó Avelina–, y creo que esta noche me quiere llevar a cenar». David, sin decir nada, con el gesto descubre que sí, que su intención es llevarla a cenar.
6 comentarios
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Buena escusa la de dejarse la chaqueta y no ni lo tuyo
Que chica más superficial, NO ERA ALTO EL CHICO, ni que ella fuera alguien.
Cuentanos más!!!
Ya se acabo el paro y la pobreza
¿Habrà ampliación? Esto es un sin vivir
Notición!!!