Se trata de un trastorno muy frecuente que afecta al 16 % de los niños de 5 años, al 10 % de los de 6 años y a entre el 2 y 3 % por encima de los 16 años, lo que significa que hay 25.000 adolescentes en España afectados.
«Estoy harto de tratar en mi consulta a gente que sobrepasa los 20 años, incluso a jugadores de baloncesto que se siguen orinando en el pañal. Son cosas reales y les pasa porque no se les trató en su momento», ha asegurado el doctor Juan Carlos Ruiz de la Roja, jefe de servicio de Urología del Hospital Universitario Santa Cristina de Madrid, en un encuentro informativo.
Este experto, director del Instituto Urológico Madrileño, ha recordado que aún hay países donde se sigue castigando a los niños que mojan la cama, como por ejemplo Bolivia, donde les obligan a arrodillarse sobre arroz en el suelo, o Perú, donde sientan al niño en una baldosa caliente por la creencia de que el calor solucionará el problema.
Además, «todavía los padres piensan que los niños se hacen pis en la cama porque quieren llamar la atención. Es mentira, ya que en el 90 % de los casos es un problema médico», ha advertido el urólogo.
En este sentido, la doctora Isabel Lostal, pediatra de Atención Primaria y profesora de la Universidad de Zaragoza, ha constatado que los padres ven la enuresis «como un tema que ya se pasará», lo que conlleva que los diagnósticos no sean reales: podrían ser un 50 % más elevados.
En la mayoría de los casos, la enuresis es causada por la producción excesiva de orina por la noche (poliuria) o la capacidad reducida de la vejiga.
Además, el primer estudio internacional sobre la enuresis indica que es probablemente hereditaria, de tal forma que el riesgo es entre 5 y 7 veces mayor en los niños con un padre eneurético y aproximadamente 11 veces más si lo fueron ambos progenitores.
Asimismo, se ha comprobado una estrecha relación con otras patologías, como estreñimiento, trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH) y síndrome de apnea obstructiva del sueño.
Los expertos han insistido en que hay que tratarla a partir de los 5 años, ya que a esa edad tiene una tasa de curación alta.
De hecho, en la enuresis primaria (el niño nunca ha dejado de orinarse) y sin ningún trastorno asociado, el 80 % de los casos remite en tres meses tras el tratamiento con desmopresina, un fármaco muy eficaz, con pocos efectos secundarios y que se tolera muy bien, ha señalado la pediatra.
La enuresis tiene también en algunos casos un componente emocional, sobre todo la secundaria -cuando un niño que lo tenía controlado antes de los seis años, vuelve a mojar la cama dos o tres veces a la semana-, lo que coincide con determinados días, como por ejemplo los previos a una excursión o un examen.
Efectos
En ambos casos, mojar la cama por la noche puede provocar en el niño una quiebra de su autoestima y afectar a la socialización, ya que evita dormir en casas de amigos, ir de excursión o a campamentos de verano, ha puesto de relieve el doctor Javier Quintero, jefe de Psiquiatría del Hospital Infanta Leonor de Madrid.
«'No quiero que otros niños sepan que soy un meón', éste es el otro drama de la enuresis», ha destacado el psiquiatra, quien ha advertido de que, en ocasiones, las soluciones aparentemente más sencillas cronifican el problema, como cuando se prolonga el uso del pañal más tiempo del necesario.
Por su parte, el urólogo ha insistido en las consecuencias de no tratar a los niños. «No sabéis la cantidad de gente en este país que se ha librado de la mili por hacerse pis en la cama», ha recordado.
3 comentarios
Para comentar es necesario estar registrado en Ultima Hora
Como experiencia personal y si sirve de ayuda a otras personas, mi hijo con 7 años seguía haciéndose pis y la solución médica era medicarle lo cual no me parecía adecuado. Adquirí una alarma de marca holandesa Uriflex que me recomendó mi socia, sin clables, con calzoncillos normales, y en 15 días estaba superado y nunca más ha vuelto a hacerse pis. su alegría fue enorme. Sé que ahora la venden en España
pq si le cuentas lo q hace el PP se caga encima
El mío sí, cada vez que le cuento lo que hace Armengol y sus amigos con estas nuestras queridas islas. Cuando le hablo de Podemos ni digamos.