Aquí te damos respuestas a estas preguntas, algunas de las dudas principales en torno al Ramadán.
Con el inicio del Ramadán, arranca un período de ayuno caracterizado también por los opíparos banquetes, y en el que el recogimiento de los más píos se mezcla con un ambiente festivo en el que la noche se transforma en la protagonista de cada jornada.
El ayuno es obligatorio para los musulmanes durante este mes, pero es sólo uno de los cinco pilares del Islam. No se trata sólo de abstenerse de ingerir alimentos y bebidas, sino que tiene un propósito más profundo. Se trata de evitar los malos pensamientos, las malas conductas y la actividad sexual, un proceso de purificación espiritual y física que permite al musulmán ser mejor persona.
Antes de que el sol hiciera este jueves su aparición por el horizonte, quienes cumplen con los rituales del ayuno, tomaron su primer «suhur», la última comida y bebida que los creyentes se llevan a la boca hasta la puesta del sol, momento de la ruptura del ayuno, conocida como «iftar».
Más allá del ayuno
Durante este mes, el noveno del calendario lunar musulmán, la abstención de ingerir cualquier tipo de alimento durante las horas del día es solo una parte de los requisitos que debe cumplir el buen creyente. Los malos pensamientos, los insultos, las críticas a terceros, el sexo durante las horas diurnas o las mentiras deben de ser desterradas durante los 29 días que dura el mes más sagrado para los musulmanes, y en el que se cree que Alá comenzó la revelación del Corán a Mahoma.
¿Quién esta exento de cumplir con el ayuno?
El Corán establece las excepciones. Los enfermos crónicos o terminales, las embarazadas en avanzado estado de gestación, las mujeres que están con la menstruación, los niños pequeños o aquellas personas que realizan actividades físicas pueden no llevarlo a cabo.