El insólito hecho tuvo lugar en la ciudad siberiana de Kémerovo, donde tras un incendio declarado en una vivienda particular, los lugareños dieron por muerto al dueño de la casa, llamado Serguéi.
Los «restos» de Serguéi fueron reconocidos por su hermana, tras lo cual la familia procedió al entierro del cadáver. Nueve días después de los funerales, la familia volvió a reunirse para una comida en homenaje del difunto en la que por sorpresa irrumpió «el muerto».
En declaraciones a la prensa, el hombre dijo que vive cerca del lugar donde se declaró el incendio, sin que él se viera afectado, y se enteró de su propia «muerte» a través de un amigo, quien vio su tumba en un cementerio.
A raíz del error, el ruso vio como todos sus documentos quedaron invalidados y ahora únicamente tiene en sus manos un certificado de defunción para confirmar su identidad.
Las autoridades han puesto en marcha las correspondientes diligencias para aclarar el suceso y ayudar al afectado a recuperar su documentación.
4 comentarios
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No estaba muerto. Andaba de parranda.
La muerte no actúa si un ruso no se deja. Donde va a parar!
Que tonto. Ahora ya era inimputable. Le podia haber dado un poco al tarro.
Seguro que será un espía de Putin.