Escena de la batalla del año pasado entre Canamunt y Canavall. | Miquel Àngel Llabrés

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El día ha empezado muy pronto este domingo para los organizadores de la escaramuza acuática entre Canamunt y Canavall 2018. La ocasión lo merece y tenían una misión importante que desempeñar: preparar el ?campo de batalla? y organizar todo el espacio que previsiblemente será tomado esta misma tarde por miles de ciudadanos ávidos de fiesta y diversión pasada por agua.

Los preparativos han avanzado a buen ritmo durante la primera parte de la jornada, aunque ha habido un poco de incertidumbre alrededor de la materia prima de la guerra: el agua.

Incluso desde el colectivo organizador, Orgull Llonguet, daban un ?toque? en Twitter a la empresa pública Emaya para recordarles que sin su contribución no será posible la fiesta.

Las redes sociales han servido en estos últimos días para ?caldear? el ambiente entre los dos bandos, el rojo y amarillo, que desde el verano de 2016 se ven las caras en una diada festiva con reminiscencias históricas no tan simpáticas ni amables. Pero así es la historia, en ocasiones.

En lo que atañe a la celebración, los ?piques? y pullas que unos y otros se han lanzado, siempre con buen humor, son constantes.

El último y más llamativo ha sido la acción que la líder de la facción de Canamunt, Dalena Ortiga, ha reivindicado a escasas horas de que corra el agua y el jolgorio llonguet se adueñe del centro de Ciutat.

Así, las ordas coloradas han 'tomado' con nocturnidad la plaza Drassana, desde donde partirá el cercavila de la armada amarilla sobre las 16 horas. La afrenta está servida.