Estamos frente a ‘su' Coliseo Balear. ¿Qué impresión le da saber que ya no se dan toros?
—Una pena, porque tenemos una plaza de referencia en el mundo del toro y por culpa de los políticos está como está.
¿Se da esta situación en otras plazas?
—Sí, en número minoritario y parece mentira que se les haga caso a quienes protestan. En Santander, por ejemplo, este año se pusieron frente a la plaza y no llegaban a diez.
¿Se encuentras en estos momentos en ‘paro indefinido' como tu jefe de filas Alejandro Talavante?
—No. Alejandro Talavante se ha dado un tiempo de descanso. Yo tengo ‘algo visto' y si me interesa y me motiva, lo cogeré y si no, también descansaré.
El 14 de octubre, Talavante anunció su retirada, ¿se lo temía la cuadrilla?
—No sabíamos nada. Lo tenía guardado en secreto y al acabar la corrida nos juntó y nos lo dijo. Es una decisión de este torero, que no los hay como él.
¿Ha sabido los motivos?
—Ninguno había sospechado nada. Había triunfado en San Isidro y estaba haciendo una temporada muy buena. Pero cuando se llevan más de diez años de alternativa la presión se hace mayor. Hubo temporadas en las que toreábamos un número muy importante de corridas. Talavante es torero de capitales de provincia.
¿Cuántos años lleva en el escalafón de banderilleros?
—Treinta y uno y llevo toreados 1.288 festejos entre corridas y novilladas. En 1988 me pasé a subalterno, pues de matador se toreaba menos y tomé esta decisión para hacer y estar en lo que me gustaba, de lo que no me arrepiento, pues creo que es la profesión más bonita que hay.
¿En qué momento se fijó en usted Alejandro Talavante?
—Coincidimos una vez que toreé con Vicente Barrera. Al acabar de matar un toro, su apoderado vino a verme y en invierno se puso en contacto conmigo. Acepté la oferta y en 2009 me incorporé a su cuadrilla, y hasta la fecha. Con él he toreado cerca de 500 corridas y puedo decir que he tenido mucha suerte, salvo dos percances. Una cornada en Madrid en San Isidro del 2013 y eso que 20 días antes tuve un susto leve toreando en el campo. Otro, el pasado mes abril en Sevilla, sin consecuencias.
¿Ha conocido muchas plazas estando en las filas de este torero?
—Capitales de provincia, todas. Luego plazas de primera, segunda y pueblos. También en Francia. En México las hicimos todas: La México, Guadalajara, León, Mérida, etc. También en Colombia, Ecuador, Venezuela y Lima. En estas plazas éramos muy queridos por el público. Allí se respeta mucho el toreo.
Entonces, ¿se puede decir que esta etapa ha sido positiva para su carrera?
—Sí, porque ha sido él que me ha consagrado como torero y estar con un matador de toros de esta categoría no está al alcance de todos.
Toreó con la cuadrilla de Campanilla en la corrida del centenario de Ultima Hora. ¿Qué recuerdos tiene de este día?
—Muy buenos, la verdad. Lo que más me gustó fue que si bien en años anteriores la entrada de público era muy poca, ver la plaza llena hasta arriba, animaba mucho y el público también.
Este año el diario ha cumplido 125 años. ¿Le hubiera gustado torear aquí para esta efemérides con un cartel de lujo?
—Hubiese sido un festejo fantástico. En Palma es un sitio que siempre me ha gustado torear.
¿Cambiará su residencia a Palma cuando se retire?
—Me gustaría mucho volver a residir en Mallorca. Ahora resido en Badajoz porque es donde vive Alejandro y hacemos campo a diario.
3 comentarios
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Valentín es un buen subalterno y una persona de confianza. Espero verlo con Talavante de nuevo, aunque si va suelto, estoy seguro que no le faltarán toreros.
Tota sa raó te aquest senyor.
Si lo prioritario y urgente para los ciudadanos es que reformen la plaza de toros, ejem, sin comentarios, aunque si este señor la desea redecorar este ayuntamiento con lazos amarillos no creo que pusiera pegas pues para eso se ve que hay mucho presupuesto.