Lego gigante en recinto ferial El Molino, ubicado en el polígono de Son Bugadelles en Santa Ponça. | Jaume Morey

TW
3

Lo último que ha construido es una Torre Eiffel en la que invirtió cuatro semanas para montar las 4.400 piezas necesarias para levantarla. Es roja y gris y no le falta detalle. Antes, ya había montado un estación de tren de color amarillo (con sus asientos, máquinas para comprar billetes, bebidas o diarios, un reloj antiguo de pie o todo el personal de tren necesario).

Holger Becker siempre ha tenido claro que su pasión era el Lego, afición que practica desde que tenía 10 años. Ahora, y con un arsenal de atracciones, figuras y piezas, Becker expone en Santa Ponça, en su mercado de Navidad, una macroexposición con todo lo que ha montado en su casa. En una mesa larga situada en la entrada se encuentran 15 trenes, varias estaciones y un avión cubano. Al lado, una feria a tamaño Lego con 10 atracciones, una espléndida exposición con figuras de Star Wars o una espectacular castillo ubicado en Baviera de 136.000 piezas. Le costó hacerlo casi siete meses.

Él compra las piezas (ha traído 400 cajas de su casa y son piezas restantes de figuras ya completadas) y luego crea las figuras. «Aquí hay millones de piezas. Es la exposición de Lego más grande de España o, por lo menos, yo no sé de nadie que tenga algo parecido. Aquí, en Santa Ponça se celebra esta año la edición número 11. He tardado casi tres días en montarlo todo. Lo he traído hecho desde la nave donde guardo todo. Empecé con una mesa pequeña y ahora….», afirma.

‘Fabrica' en su casa atracciones nuevas y el resto lo guarda en un local. Durante día trabaja en su empresa de andamios y en su tiempo libre se centra en estas figuras. Ha invertido miles de euros en cumplir su sueño. La exposición es curiosa y llamativa. Entre sus piezas, un tiovivo que da vueltas en el que ha invertido 300 euros; una reproducción de una pista de autos de choque de casi 2.000 piezas (con cuadro eléctrico incluido), un carrusel de niños de 1.000 piezas (dos o tres días de trabajo), una noria que gira de casi 3.000 piezas (un mes de trabajo) o una montaña rusa de 4.100 piezas. «Me gustaría construir la Catedral de Palma con piezas del mismo color que el original. Podría tener más de 100.000 y unos siete meses de trabajo. Generalmente, compro las piezas por toda Europa. Hay construcciones complicadas. Por ejemplo, la Torre Eiffel. Las piezas de Lego son rectas y aquí hago una construcción un tanto inclinada. No existe un plan para estas formas. Tampoco es fácil cuando hay que poner motores, hay que ver cuál es el mejor, el más adecuado...».

Frente al gran castillo de Baviera se encuentra una mesa con Legos en venta. «Sí, en la exposición también se puede comprar incluso la Torre Eiffel. De momento, no voy a hacer nada más. Será a partir de 2019 cuando comience con otra figura». La exposición puede visitarse hasta el 16 de diciembre.