Imagen de archivo de un taxi. | Pixabay

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Un turista escocés ha pagado 930 dólares neozelandeses (unos 550 euros) por un viaje en taxi de tan solo cinco minutos, concretamente por un trayecto desde la estación de tren de Wellington, la capital de Nueva Zelanda, hasta un apartamento de St. Johnston.

El turista efectuó el pago con tarjeta de crédito y no se dio cuenta de la cantidad que marcó el taxista.

Poco después se sorprendió al ver que su tarjeta era rechazada en un supermercado. Fue entonces cuando comprobó los movimientos y descubrió el cargo por importe de 930 dólares efectuado por Taxi Wellington.

Al escocés estafado le ha sido imposible volver a contactar con la compañía, puesto que muchos taxistas independientes trabajan utilizando carteles antiguos de la misma, actualmente desaparecida.

Según el director ejecutivo de la Federación de Taxis, John Hart, este tipo de reclamaciones son muy frecuentes, ya que reciben al menos una por semana por un precio excesivo, aunque ninguna del nivel de esta última.