Imagen de archivo de un encantador de serpientes. | Pixabay

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Una foto con una serpiente al cuello es uno de los reclamos turísticos de la famosa plaza de Yemaa al Fna en Marrakech, y es archiconocido que los encantadores de serpientes no solo son insistentes, sino que abusan con el precio de sus servicios.

Este es el caso de una turista extranjera que cedió al acoso de uno de estos profesionales en la plaza y se fotografió con el reptil al cuello, pero cuando oyó que le exigía 450 dirhams -40 euros- por la foto que se acababa de hacer, sintió que había sido estafada, según cuenta hoy el portal web le360.ma.

Si alguien se pregunta por qué no preguntó primero el precio, ignora el «modus operandi» habitual: los dueños de los reptiles te cuelgan el ofidio al cuello diciendo «Solo foto, solo foto», y luego te piden lo que quieren. Así funcionan ellos y los dueños de los macacos traviesos de la misma plaza: la foto cuesta tanto cuanto ellos quieran.

Pero la turista no se calló, sino que fue a quejarse ante la Policía Turística, siempre presente en la plaza, y los agentes le dieron la razón; tanto, que pusieron el caso en conocimiento del fiscal de Marrakech, y este decidió perseguir al encantador de serpientes, y hacerlo, además, bajo estado de detención.

Es la primera ocasión en que se hace público un caso así, que ciertamente servirá de escarmiento para la casta que forma uno de los oficios más peculiares de Marrakech.