Son las principales conclusiones del estudio ¿Existe penalización por maternidad?, impulsado por el Observatorio Mujer e Igualdad de la Fundación Promoción Social, y realizado por investigadores de la Universidad Complutense de Madrid, en colaboración con la Universidad de Sevilla, que fue presentado este martes.
En la clausura del acto, la secretaria de Estado de Igualdad, Soledad Murillo, subrayó que más que hablar de maternidad, hay que hacerlo de maternidad-paternidad, ya que la llegada de un hijo «es algo muy importante para las parejas», y preguntó a las empresas si contratan tiempo o talento, porque si es este último no se debería penalizar a las mujeres con hijos.
El trabajo, que se ha llevado a cabo analizando datos de la agencia tributaria y de la Encuesta de Población Activa (EPA), entre otras fuentes, constata que las dos variables que más inciden son la edad de los hijos y el número, de tal forma que pasar de uno a dos descendientes incrementa la «penalización» del 6 al 14 %, señaló Viviana González, coautora de la investigación.
El director del grupo de investigación Políticas de familia, de la Complutense, Antonio Jesús Sánchez, explicó que tener descendientes condiciona de forma significativa la senda laboral esperada, especialmente para las mujeres, que sufren un impacto negativo hasta los 42-43 años, coincidiendo con su edad fértil.
Y es que aunque el salario de las mujeres con hijos crece, lo hace en menor cuantía que las que no son madres. El rango de edad «especialmente dañino» de tener hijos es los 30 años, cuando las mujeres «están renunciando» a aproximadamente 5.000 euros al año, una pérdida de salario que va disminuyendo según avanza la edad: 4.000 euros a los 32 años y 2.000 a los 36.
También para los hombres tiene un impacto negativo en términos de retribución salarial, en torno a los 1.500 euros anuales.
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La ministra pregunta si contratamos tiempo o talento. Ya se lo digo yo. El Real Madrid y el Barça fichan talento. Los demás, para poner lavadoras, llevar carretillas, regar plantas, reponer estanterías, fregar escaleras, conducir furgonetas, limpiar piscinas o cobrar carritos de supermercado, pagamos por el tiempo. Por eso yo siempre digo que en los gobiernos tendría que haber menos funcionarios en excedencia y más gente que alguna vez haya tenido un negocio y pagado siquiera una nómina.
La pérdida de salario viene ocasionada principalmente por reducciones en la jornada laboral por conciliación familiar, excedencias para el cuidado de hijos, etc. De la misma manera que se dice que en el Ayuntamiento de Palma los hombres cobran más que las mujeres cuando no es cierto, los sueldos en la pública vienen establecidos por ley. La tendencia debería estar encaminada a que tanto el hombre como la mujer se deberían quedar al cuidado de sus hijos, quitar esa percepción de que el "macho" es el que trae la comida a casa, dar facilidades para que sea el hombre quien tenga que renunciar a algo y sea quien se quede al cuidado de los hijos. Todo desde un punto de vista de economía familiar en la que ambos aportan a partes iguales, creo que habría más de una discusión para ver quién es el agraciado que se pide la excedencia o la reducción de jornada...