A pocos kilómetros de las zonas turísticas más concurridas del término de Calvià se encuentra una recóndita calita, Cala Falcó, solamente accesible por un camino sin asfaltar o a pie, tras descender una larga escalinata de piedra. La razón de su remota ubicación estriba en el carácter natural de esta parte del litoral, lo que la convierte en uno de los lugares con encanto del verano en Mallorca.
Aquí podemos disfrutar de un chiringuito de carácter modélico por su respeto al entorno ambiental y que cuenta con un agradable espacio donde elegir entre variadas opciones gastronómicas entre pescado, pasta o carne y bajo la sombra natural de los pinos. Y en un ambiente alejado de las áreas urbanizadas. La tranquilidad del lugar, especialmente entre semana, nos permite disfrutar de un lugar único en la bahía de Palma y tomar un baño en su angosta entrada y mínimo desnivel, que a la hora de nadar nos anima a alejarnos algo de la orilla.
Desde la bocana se puede observar una bonita vista de la bahía. Sus instalaciones incluyen hamacas, sombrillas y baño. Para los noctámbulos esta playa ha ofrecido desde hace años un buen ambiente con amenización musical chill out e incluso con animadas fiestas flower party de atmósfera hippy en pleno verano, sin perder su carácter tranquilo y distante del agobio.