Elisabeth Rigo, psicóloga general sanitaria en el centro Mentalment, explica que el verano puede agravar los síntomas físicos de la ansiedad, lo que repercute negativamente en las personas que sufren agorafobia, un trastorno psicológico en el que la persona tiene miedo a lugares de los que sería difícil escapar o en los que podría sentirse avergonzada o no disponer de ayuda.
«Al pasear por la calle hay muchísima más gente, el autobús está a tope, cualquier evento al que vas está lleno», señala Rigo, quien precisa que el calor y la humedad del verano provocan que la gente se agobie más y que tenga una mayor probabilidad de marearse. «A una persona con agorafobia esos síntomas le generan mucha ansiedad», señala.
Por este motivo, alega que la mayoría de personas agorafóbicas tendrá más dificultades para salir a la calle y evitará hacerlo durante algunas horas del día. «Esto lo hacen todo el año pero más en verano», indica, ya que «es más agobiante y estresante para ellos porque no llevan bien las aglomeraciones». La psicóloga destaca que el verano es una época «claramente» más difícil en Mallorca «porque hay gente por todos lados».
Rigo precisa que para diagnosticar este trastorno se debe analizar si la persona tiene miedo durante más de seis meses a dos o más situaciones relacionadas con desmayarse en público, sufrir ataques de ansiedad, salir solos de casa, conducir, viajar en transporte público e ir a lugares con aglomeraciones, entre otras.
Sin embargo, recalca que es importante dejar claro que la agorafobia no es lo contrario de la claustrofobia. «No es solo miedo a espacios abiertos, sino también a espacios cerrados en los que veo que no voy a poder escapar o que va a haber mucha gente y me voy a agobiar», indica. Los síntomas de este trastorno suelen aparecer en la adolescencia tardía o entre los 25 y los 30 años, aunque pueden hacerlo en cualquier momento, según comenta.
«Suele darse más en mujeres, más o menos la proporción de personas que tienen agorafobia es 2 a 1, cada dos mujeres un hombre», sostiene. Sin embargo, la Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que 2 de cada 3 personas con un trastorno mental no piden ayuda.
«Hay mucha gente que no sabe lo que tiene, no sabe que le pueden ayudar y aparte de esto está el estigma», subraya Rigo, que concreta que muchas personas normalizan la agorafobia como si fuera un estilo de vida más.
El tratamiento psicológico que se emplea para la agorafobia es el cognitivo conductual. En una primera fase se enseña a tolerar los síntomas de la ansiedad y a reducirlos con técnicas de relajación y de respiración. Luego se trabaja el tema de los pensamientos: se les instruye para que aprendan a no anticipar y a no tener una visión tan catastrófica.
«La parte más importante del tratamiento es la exposición», especifica y explica que consiste en exponer gradualmente a estas personas a las situaciones que temen para que se den cuenta de que no son tan graves. «Sin tratamiento es muy difícil, porque la inercia que tenemos es a seguir evitando y es como un pez que se muerde la cola», lamenta.
Por su parte, la presidenta de la Asociación de agorafobia de Mallorca y psicóloga, Isabel Llauradó, sostiene que lo que mueve a las personas a contactar con ella es la «desesperación».
Según explica, la gente que llama a la asociación lleva muchos años con este trastorno y ya no sabe cómo gestionar su vida. «Es muy importante que cuando la gente llama desesperada tenga a alguien que le escuche», asegura. No obstante, confiesa que en muy pocas ocasiones ha conseguido quedar con las personas que le llaman y que generalmente trata con ellas por teléfono.
«En algunos casos la gente se cierra a salir», lamenta y añade que lleva la asociación a nivel personal para ayudar a las personas que lo necesitan, ya que los agorafóbicos «tienen miedo al miedo». «Para mí lo importante es que nosotros nos entendemos, el contacto y la empatía», destaca. «No se acaba todo por tener un trastorno de ansiedad», insiste y da esperanzas a las personas que lo sufren.
17 comentarios
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Leo los comentarios y alucino. Esta psicóloga expone con claridad la realidad de muchísimas personas que padecen este trastorno. Lo que pasan en su día a día no se lo deseo ni a mi peor enemigo: estar en una "cárcel" por un "delito" que no han cometido. Aislamiento social, no poder hacer NADA: dar un paseo, ir a un cine, ir a buscar a tus hijos al colegio.. NADA. Habla de esas personas y dificultad añadida en verano por la aglomeración, en Palma o Isladia. Da a conocer un trastorno invisible, vergonzoso para el que lo padece y que acarrea muchísimo sufrimiento. Dónde leéis que diga que no queremos turistas??? Está VISIBILIZANDO. Un poquito de empatía, por favor y ya de paso, un muchito de comprensión lectora.
els creuers fan molt de mal i en general espenyen la economia, només beneficien als de les companyies de creuers
¿Ahora la agorafobia?, ya no sabeis que inventar contra los turistas
Vale, ahora la Agorafobia y que mas
No, no es el título de una película, es el destino que nos tienen asignado AENA, Puertos de Estado, Políticos, hoteleros y caseros vacacionistas, con la masificación que padecemos esto va explotar y después lo lamentaremos todos, pues no es posible albergar a tanto visitante ¿es que no os dais cuenta?. Cada día surgen nuevos colectivos que están en contra de esta barbarie que padecemos, hace un par de décadas se vivía del turismo, ahora el turismo no deja vivir.
Siento mucho lo de su enfermedad pero no hace falta ponerse tan trágica. Del turismo, comemos en esta isla desde los años 60 y nunca hasta ahora habíamos malvivido de esta manera. Porque "más" no es sinónimo de "mejor".
Carme yo tambien padeci agorafobia,y es verdad que en verano cuanta mas gente hay peor lo pasaba,no todos tenemos los mismos miedos ni los mismos grados de la enfermedad,a dia de hoy puedo llevar una vida normal pero es verdad que evito un poco el centro de palma por wue me pone un poco mas tenso
Gentada! totumo fa l'agost! dobles! ecotasa (aun esperando dónde está) No cubrim costos dels politics I Amics....
Pues a mi lo que que agobia es el calor y los alemanes borrachos del Arenal e ídem ingleses de Magalluf. Si hay turistas no me importa, siempre que sean limpios y correctos con los mallorquines y con las joyas de nuestra gran Isla( no me refiero a los políticos y amiguetes enchufados)
Peor q la agorafobia es no tener trabajo y no saber en qué condiciones curtres vas a llegar a la jubilación. Y Sánchez y todos de vacaciones