Los mallorquines Rafa y Xisca además de compartir nombre con el tenista y su pareja, se casarán el mismo día. | Pilar Pellicer

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Rafael Nadal y Xisca Perelló no es la única pareja llamada Rafa y Xisca que se casará en Mallorca el 19 de octubre. Rafael Pérez López y María Francisca López Raigal también contraerán matrimonio ese mismo día y a la misma hora. Su ceremonia está prevista a las 12 del mediodía en la iglesia de Andratx y el convite tendrá lugar en un hotel de Illetas, al que acudirán unos 90 invitados.

«Hemos cambiado la fecha de la boda tres veces por diversos motivos. Hace un mes o así me dijo una amiga que nuestra boda coincidía con la de Rafa y Xisca y nos hizo mucha gracia», explica Xisca Raigal, de 49 años y que trabaja en la empresa de construcción familiar en Paguera, mientras que su novio, de 45, es administrativo.

Esta pareja inició su relación hace 14 años. «Estaba trabajando de camarero en una barra en la Feria de Abril y me fijé en ella, y ella en mí. No le dejé que pagara ni una copa», cuenta Rafa, y su pareja añade: «Me fui a otra caseta, pero luego volví». A partir de ese momento iniciaron una relación y, aunque Rafa le dejó bien claro desde un principio que él no se quería casar, ‘sucumbió' en febrero del año pasado.

«Él me dijo que me iba a regalar un viaje, pero que sería a la Península. Yo pensaba que íbamos a ir a Madrid porque había un certamen de magia y a él le encanta, pero me dijo que no, que iríamos a Barcelona. Me llevé un pequeño chasco porque me gusta más Madrid», explica Xisca. Pero resultó que la Ciudad Condal era sólo una escala antes de aterrizar en el destino definitivo: Venecia.

«Fuimos en pleno Carnaval y nos encantó. Una noche me llevó a la ópera y durante todo ese día le vi como nervioso. Al acabar la obra, me llevó casi corriendo por las calles con la excusa de que el restaurante iba a cerrar hasta que pasamos por el puente Rialto, se paró, sacó con mucha dificultad el anillo por los nervios y me pidió matrimonio», cuenta Xisca con un brillo especial en los ojos.

La pareja, que vive en Ciutat Jardí, ha tenido alguna anécdota relacionada con sus famosos tocayos. «Fui a buscar los vestidos de mis damas de honor a una tienda de la calle Sant Miquel y una dependienta me dijo, ‘ah, sí de la boda de Rafa y Xisca. Hace unos días vinieron unas amigas de Xisca a recoger sus vestidos'. Yo me quedé extrañada y resultó que eran amigas de Xisca Perelló».

Esta pareja es aficionada al tenis y suele seguir por televisión los encuentros del manacorí. «Nos hace sufrir mucho, pero también disfrutamos», asegura Rafa, quien también es seguidor del Real Madrid, como el tenista.

Rafa tuvo su preceptiva despedida de soltero la pasada semana. «Me vistieron de Superwoman, que yo no sabía ni que existía, y me llevaron a un paintball. Aún tengo señales», explica mientras muestra diversas marcas en sus manos y brazos. «La mía fue muy diferente. Mis amigas decoraron el restaurante de una forma muy glamurosa y me vistieron como Audrey Hepburn en Desayuno con diamantes. Y al día siguiente nos fuimos a un hotel de lujo a relajarnos al spa. Una gozada».

En cuanto al viaje de novios, por razones profesionales no podrán disfrutarlo hasta el año que viene. «Aún no tenemos destino. A mí me gustaría ir a Puerto Rico porque me encanta la salsa y a Rafa le atrae mucho Japón y Nepal. Primero es la boda, que todo salga bien», dice Xisca, quien asegura que la fiesta está asegurada «porque a mi familia le va mucho el cachondeo».