El objetivo del trabajo de Andreu Casero, también decano de la Facultad de Ciencias Humanas y Sociales de la UJI, ha sido analizar la influencia del nuevo coronavirus en el consumo de noticias, la credibilidad otorgada por la ciudadanía a los medios de comunicación y su capacidad para detectar informaciones falsas.
«Las noticias se han convertido en un recurso muy valioso para la ciudadanía desde el inicio de esta crisis sanitaria; en consecuencia, analizar las dinámicas de consumo informativo resulta altamente relevante tanto por su capacidad de transformar el sistema mediático como por su incidencia democrática», ha argumentado Casero, responsable del grupo de investigación Periodismo, Comunicación y Poder.
Los resultados de esta investigación han demostrado que en situaciones críticas de alta complejidad y riesgo para la vida humana, como es el caso del actual coronavirus, las audiencias sitúan la búsqueda de información y el seguimiento de noticias como actividad clave.
«La COVID-19 incrementó un 34 por ciento el consumo de noticias, mientras que el 92% de adultos de los Estados Unidos (EEUU) encuestados accedió frecuentemente a noticias sobre la pandemia», ha expuesto Casero, quien ha desarrollado un análisis exploratorio a partir de datos secundarios de las encuestas online del Pew Research Center's American Trends Panel norteamericano, comparando cifras de antes y después del brote de este virus.
Protagonismo de la televisión
Las cifras analizadas por el catedrático de Periodismo de la UJI muestran que la televisión, tanto en abierto como por cable, consiguió los porcentajes más elevados de consumo frecuente de noticias dentro del conjunto de medios, llegando al 96%. «Las noticias nocturnas en abierto registraron un incremento medio de audiencia del 42% respecto al mismo período de un año antes. Por su parte, las informaciones por cable ganaron un 92% en relación con principios de 2020», según se argumenta en la publicación científica.
El aumento extraordinario del consumo de medios de comunicación tradicionales y la valoración positiva de la cobertura periodística de la COVID-19 en términos de credibilidad implican, para Andreu Casero, un reconocimiento del periodismo como una «instancia esencial» en las sociedades del siglo XXI y reafirman la «elevada relevancia social» del sistema de medios en el mundo en momentos críticos.
La capacidad de la ciudadanía para detectar noticias que parecen inventadas creció durante el brote del nuevo coronavirus. En concreto, se incrementó un 12%. Andreu Casero ha explicado que antes de la crisis sanitaria un 35% de los estadounidenses afirmaba haber visto este tipo de informaciones conocidas como fake news. En cambio, después del inicio de la declaración del estado de emergencia, esta cifra ascendió al 47% de la población.
«Esto implica que casi la mitad de los ciudadanos encontró noticias falsas sobre la pandemia, lo cual indica el incremento de la desinformación percibido por la sociedad coincidiendo con la COVID-19», subraya el catedrático en el artículo de El Profesional de la Información, un trabajo surgido de los proyectos de investigación financiados por la Agencia Española de Investigación del Gobierno de España, en concreto, por el Plan Nacional de I+D+i (CSO2017-88620-P) y por el Plan de Promoción de la Investigación 2017 de la UJI (UJI-B2017-5).
Los resultados de este trabajo, además, sugieren la emergencia de importantes novedades, como por ejemplo el resurgimiento del protagonismo de los medios tradicionales, especialmente de la televisión, como también la reconexión a las noticias de los ciudadanos más alejados de la información. De este modo, en opinión del catedrático de Periodismo de la UJI, «se han reducido, en parte, las desigualdades existentes en cuanto a consumo de noticias entre varios sectores de la sociedad, un hecho que genera potenciales beneficios para la democracia en términos de igualdad y accesibilidad en relación a los asuntos públicos».
Como decano de la Facultad de Ciencias Humanas y Sociales, Andreu Casero también reivindica la investigación realizada en el ámbito de las Ciencias Sociales, junto con la investigación médico-sanitaria, como una rama del conocimiento que puede responder a los retos de la sociedad en un momento tan excepcional como el actual provocado por la COVID-19.
5 comentarios
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La prensa objetiva dejó de existir hace ya tiempo. Al mismo tiempo que el pensamiento crítico. El papel de la prensa hoy día es desinformar, polarizar y defender a quien le paga.
La prensa es uno de los baluartes de la democracia ,eso sí la objetiva y veraz, esto es algo muy anterior al coronavirus ,y tendriamos que aplaudirles y agradecerles que siguen al pie del cañón informando con mayor o menor acierto pero hay están GRACIAS. En el caso de la pandemia, creo que los periodistas y los medios en general reciben presiones directas o indirectas en un momento crítico para nuestra sociedad , por intereses tácitos y evidentes del gobierno que es la fuente oficialista y su mensaje falaz interesado de la que se nutren o por tendencias partidistas del medio o por la dependencia directa como rtve , la información en general sobre dicha pandemia y todo lo que lo rodea ,y al sr Casero, responsable del grupo de investigación Periodismo, Comunicación y Poder. el cual se ha financiado por la Agencia Española de Investigación del Gobierno de España, cómo sabe el distinguir un bulo de una noticia cierta , cuando quien le paga son los primeros que generan falsedades ,?
Prensa, lo que se dice prensa (de la que informa, no de la que miente y manipula) casi ya no queda en este país.
Cuando la prensa se inventaba que los CDR eran terroristas y tenían explosivos, todo dios se lo creyó (los soltaron a todos así que tan peligrosos no serían...). Ahora cuando os dicen cosas que no queréis oír, resulta que la prensa miente y está manipulada. Claro, solo ahora... Claro
Pero si la mitad de los problemas son causados, precisamente, por el periodismo político partidista de las grandes corporaciones audivisuales.