Los artistas mallorquines realizaron un mural colectivo en su último día de estancia en Anantapur junto con niños y niñas de la escuela inclusiva, una experiencia que les permitió compartir momentos de gran emoción. | RIF SPAHNI
La tercera edición del proyecto ‘Mata Ombres' desplazó a finales de enero a ocho artistas de las Islas hasta Anantapur (India), en un viaje de doce días que se convirtió, una vez más, en una experiencia cargada de emociones. ‘Mata Ombres', liderado por Toni Torres, se desarrolla desde 2018 por un plazo de cinco años, por lo que atraviesa ya su ecuador, y cuenta con el respaldo de la Conselleria de Presidència, Cultura i Igualtat a través del Institut d'Estudis Baleàrics.
En estrecha colaboración con la Fundación Vicente Ferrer (FVF), cuando finalice el proyecto una treintena de artistas isleños habrán dejado su huella en escuelas, hospitales, talleres y centros deportivos con los que cuenta la Fundación en ese rincón de la India, lo que representa estrechar aún más los lazos entre Baleares y las gentes de Anantapur. No hay que olvidar que una parte importante del apoyo económico y humano que recibe FVF procede de las Islas.
Además de Toni Torres, coordinador de ‘Mata Ombres', viajaron esta vez a Anantapur el fotógrafo Rif Spahni, la caricaturista Cristina Torbellina, y los pintores Amparo Sard, Albert Piña, Tomeu Coll y Pep Guerrero, desde Mallorca; Zulema Bagur (Menorca) y Doralice Souza (Ibiza); y al grupo se sumó Samuel Almansa, licenciado en Bellas Artes, que realizó un vídeo sobre el terreno.
Preparativos
La Fundación y los integrantes de ‘Mata Ombres 2020' mantuvieron un estrecho contacto durante los meses previos al viaje a Anantapur para decidir los espacios en los que tendrían lugar las intervenciones artísticas, algunos de ellos construidos a través de iniciativas de cooperación de Baleares, y para adquirir en la zona todo el material necesario para los artistas. Así, Doralice Souza realizó un mural en una escuela de integración; Albert Piña dejó plasmada su obra en la fachada de un centro de atención para niños con parálisis cerebral y Cristina Torbellina hizo lo propio en una zona deportiva, junto con Tomeu Coll. Amparo Sard realizó una gran tela a partir de plásticos reciclados que está instalada en una Escuela Primaria de Educación Inclusiva, Zulema Bagur realizó una obra a medio camino entre tela y mural en una escuela de niñas huérfanas, y Pep Guerrero dejó su impronta en un taller de papel.
Emociones
A su regreso de India, Toni Torres destaca la inmensa marea de emociones que envolvió a toda la comitiva mallorquina durante su estancia en Anantapur y el gran afecto con el que fueron recibidos tanto por la Fundació como por las gentes del lugar. «El arte está muy presente, pero sobre todo las emociones», señala, y no es para menos en esta experiencia en la que el arte sale directamente del corazón.
Durante su estancia en Anantapur, los integrantes de ‘Mata Ombres 2020' coincidieron con la presidenta del Govern, Francina Armengol, desplazada al lugar para visitar proyectos de la Fundación Vicente Ferrer financiados por el Govern, y con empresarios de la CAEB, que también respalda un proyecto de viviendas en la zona. «En Anantapur se habla mallorquín, porque allí coinciden maestros y médicos de Mallorca, algunos de ellos jubilados, que trabajan como voluntarios, y aunque ahora se empieza a ver gente que llega de otros lugares, como Australia o Estados Unidos, los que llegan de Cataluña y Baleares siguen siendo mayoría», afirma Toni Torres.
Expectación
«Nuestro día a día arrancaba a las ocho de la mañana en el Main Campus RDT de la Fundación, con un desayuno que todos compartíamos, para ponernos luego en ruta en diferentes ‘tuctuc' (mototaxi), cada cual rumbo a su zona de trabajo, algunas más cerca y otras a veinte o treinta kilómetros de distancia», indica Toni Torres. «Todos almorzábamos en las mismas comunidades y luego, a la noche, volvíamos a reunirnos para cenar en el campus principal, y así compartíamos las experiencias del día y resolvíamos cualquier problema técnico que pudiera surgir».
El trabajo de los artistas despertaba cada día una gran expectación y eran muchos los que querían ayudar en la tarea. Todos los murales, excepto el de Albert Piña, realizado en altura, contaron con la participación de niños y niñas. «Algunos artistas tenían que aprovechar las horas de clase para avanzar en los murales porque era complicado hacerlo rodeados de niños». Amparo Sard también contó con la ayuda de jóvenes ayudantes para recortar pequeñas piezas de plástico con las que ejecutó su obra.
Mural colectivo
El último día de los artistas en la India se convirtió en un perfecto broche final. «Nos pidieron que el último día de nuestra estancia en Anantapur lo dedicáramos a realizar un mural junto con niños de integración, y lo hicimos en la Escuela Primaria de Educación Inclusiva. Algunas figuras de ese mural están realizadas en relieve para que los niños ciegos puedan reconocer la obra», destaca Torres. Esos momentos de trabajo en equipo junto con niños con diferentes discapacidades fueron quizá los más emotivos entre los muchos vividos por la comitiva de artistas. La sonrisa de un niño ciego que descubre a través de sus dedos la magnífica figura de un elefante es algo que queda grabado para siempre en el corazón.
Con estas últimas intervenciones artísticas se va incrementando la presencia de obras pictóricas de firma balear en Anantapur porque ya suman treinta y uno los artistas que forman parte del proyecto ‘Mata Ombres'. Todas las obras están en perfecto estado, excepto una intervención realizada hace dos años por Juan Costa a la intemperie con cañas de bambú, que el monzón arrasó y que será reconstruida en otro lugar. En la mente de Toni Torres anida el deseo de que, cuando el proyecto llegue a su fin, todos los artistas que hayan formado parte de ‘Mata Ombres' compartan el último viaje a Anantapur.
Escuelas
Al margen de las intervenciones pictóricas en diferentes espacios gestionados por la Fundación Vicente Ferrer en Anantapur, el proyecto ‘Mata Ombres' incluye también la construcción de cinco pequeñas escuelas, una por año de ejecución del proyecto, en distintas comunidades de la zona. Estos espacios, que brindan la oportunidad de acceder a la educación a niños y niñas sin recursos que viven en lugares remotos, se convierten también en lugares de encuentro para celebrar reuniones y asambleas vecinales. Cada año los grupos de artistas integrados en ‘Mata Ombres' inauguran una de esas escuelas y ponen la primera piedra para la siguiente, de tal forma que este año ha abierto sus puertas la segunda de esas unidades educativas y han comenzado las obras en la tercera. «Para nosotros es una gran satisfacción poder aportar nuestra ayuda para facilitar el accesos de esos niños a la educación», señala Toni Torres. ‘Mata Ombres' recauda los fondos necesarios a través de donaciones recibidas en diferentes actividades artísticas.
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