En ellos tiene la vista puesta la toledana después del anuncio de su marido, Iker Casillas, de que cuelga los guantes para siempre. Aunque la alegría por recuperar la vida en España se ha visto ensombrecida por la muerte de su abuelo, Carbonero sabe que en unas semanas su trayectoria puede dar varios giros.
La periodista, diseñadora e influencer tiene varios frentes abiertos laboralmente hablando (en el otro aspecto más importante, por supuesto, sigue bregando con el cáncer) y, mientras que también se resuelve el de su esposo, al que le han abierto las puertas del Real Madrid, ella oscila entre, claro, sus opciones más lógicas.
Por un lado puede seguir con su labor como prescriptora de moda en Instagram, donde acumula casi 3 millones de seguidores: un mundillo en el que ella se mueve como pez en el agua gracias también a su dedicación como empresaria a su propia marca, Slow Love.
Con su firma de estilo boho-chic que ya ha cumplido cinco años (ella asegura que «no es solo una marca, es una filosofía, un estilo de vida»), Carbonero, a sus 36 años, cree que no debe parar ahora que tan bien les va tanto a ella como a su íntima amiga y socia, la periodista Isabel Jiménez (quien acaba de anunciar que está embarazada de su segundo hijo), máxime cuando ya han comenzado con tanto éxito sus propios diseños, la nueva colección infantil hecha con espíritu eco-friendly y el blog en el que hablan tanto de looks como de estilo de vida.
Por otra parte, también tiene en su mano volver a Mediaset. Tras cuatro años alejada del mundo periodístico, Carbonero regresó en febrero de 2019 a Deportes Cuatro con una sección de entrevistas a grandes protagonistas, pero en mayo hubo que parar puesto que, en apenas dos semanas, Casillas sufrió un infarto agudo de miocardio y ella fue operada de un tumor maligno de ovario.
Ello no quieta que siga siendo una de las reporteras mejor valoradas de España, «la décima presentadora de televisión más popular» según el barómetro de Personality Media, donde se asegura que «goza de un 93% de conocimiento», en datos de hace un año.
Pero si ni aún con esas se atreve a regresar a la televisión, siempre puede decantarse por continuar como imagen en nuestro país de la firma de joyería Agatha París, de la que además ejerce no solo como embajadora sino también como diseñadora, puesto que fueron muy bien recibidas sus dos colecciones: Mi mar, que está basada en las playas portuguesas; y Saudade, dedicada a la buena suerte.
En el campo de ser imagen de marca no se puede olvidar que Sara Carbonero trabaja con L'Oréal desde 2018, con quienes ha rodado desde anuncios hasta ser portada de revista o la modelo perfecta para su cartelería. Sea como fuere, está visto que trabajo no le va a faltar. Incluso, si vuelve con ganas, los puede llevar todos adelante, como ha hecho hasta ahora.
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