Luis y Pau con los muñecos de moda de Pokeeto, en su edición ‘Gracias, Héroes’ . | Eugenia Planas

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La infancia es una etapa de la vida maravillosa. El niño se adapta a todos los contratiempos y, de manera natural, saca la parte positiva o divertida a la situación. Hace poco nos llamó la atención el hecho de que los niños presumieran de ‘mascarillas que molan' y se sintieran ufanos ‘con una chula con la que mis papás y abuelos no se contagiarán del bicho malo'.

Tardes de verano en la playa nos devuelven a la realidad no nueva. Son estas de hoy, las de siempre, tardes de sol y brisa en la que todos los niños saltan, corren y gritan sus juegos y travesuras. Este año los peques se divierten con un balón solidario con el que la empresa Unicef Toys ofrece parte de sus beneficios a Unicef para que se pueda seguir suministrando material sanitario en España y en el mundo. «Con el balón lucha contra el Covid-19 los pequeños pueden darle una patada al bicho y sumarse a la ayuda», comenta Pedro Juan, responsable de la sección de Juguetería de El Corte Inglés de Jaime III. Este espacio ofrece unos muñecos que no solo les gustan a los más párvulos. Son los famosos muñequitos que creó en 1976 un diseñador de juguetes alemán.

Todas las profesiones reflejadas en un muñeco articulado que este año rinde homenaje a los profesionales que se convirtieron en héroes por la COVID-19. Al sacarlos de su caja, el muñeco lleva mascarilla. El slogan de esta edición es ‘Gracias, Héroes'. La psicóloga Teresa Jáudenes señala que los niños se han integrado muy bien a la vida cotidiana con mascarilla y reflejan las emociones positivas o negativas de los padres. Jáudenes asegura que es bueno que los juguetes muestren esta nueva realidad.

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Los pepotes artesanales

Darse una vuelta por la juguetería La Industrial, la de nuestra infancia, es descubrir los muñecos más hermosos de todos los que se han creado.

Los Pepotes se parecen al hermanito, a la primita de cabello rizado, a uno mismo, y lucen mascarilla. De fabricación española, artesanal, y tamaño de 26 a 63 cm, son de vinilo. Se pueden mojar y son ideales para jugar en la playa.

‘Patada al bicho', el balón de moda.