Un solemne funeral se celebró este martes en la parroquia de Pollença por el alma de la última gran dama de Formentor, Mercedes Herrera de la Sota.
La Misa, presidida por sus hijos Jorge Benacerraf Herrera y Maria Gabriela Obediente de Benacerraf, fue oficiada por el joven padre de origen brasileño Danielo de Urzeda Pereira, amigo de la familia.
El altar mayor de la de la Parroquia de Nuestra Señora de los Angeles esperaba a la familia y amigos cuajado de rosas rojas, las favoritas de Mercedes. A los pies de esta composición magnifica descansaba un ramo también de rosas con los colores de la bandera de España ofrecido por el prestigioso fotógrafo de Pollença Hans Monheim y su esposa. Hans retrató en múltiples ocasiones a la finada, en diferentes etapas de su vida . Siempre conseguía sacar la luz de estrella a un rostro de por sí luminoso.
La misa funeral comenzó con un Kirie interpretado por el Cor de la Parròquia. Leyó la epístola la pollensina Joana Cifre. Tras el sermón, muy sentido, en el que recordó a la difunta con palabras alegres de esperanza y tras la consagración, en la concurrida comunión, sonó por sorpresa desde el coro la voz de la soprano María Luisa Fuster interpretando el Ave María de Franz Schubert que emocionó a todos los presentes. Una vez finalizada de misa una muy buena amiga de la familia, Mar Piris quiso leer un precioso texto en el que resaltó la estrecha amistad que une a las dos familias desde hace muchísimos años.
Mercedes adoraba lucir las pieles que cosía para ella la familia Piris, tanto que todos los años se hacía algunas piezas a medida en la casa de Inca. Tras la lectura se inició el desfile para dar el pésame a la pareja que despedía a su madre en soledad debido a que sus hermanos -Mercedes Benacerraf, casada con Jorge Nogueroles García, y Andrés Benacerraf Herrera, casado con Diana Frank, sus nietos y sus bisnietos no pudieron viajar desde América por las complicaciones que acarrea la pandemia de la Covid 19. Sin embrago no estuvieron solos pues muchos amigos de Pollença como el pintor Joan Bennàssar, su íntima amiga y casi hermana Anita Meinville, o Caroline Périer, una de las grandes señoras de Pollença, o Andreu Company y Maria Antònia Rosselló, fueran solo algunas de las muchas personalidades de la sociedad pollensina que quisieron estar en este ultimo adiós a esta pollensina de corazón que amaba con toda el alma a su Venezuela natal, donde vivió la gloria y la revolución en varias ocasiones.
Tras la emotiva ceremonia los amigos acompañaron a la pareja a una cena en el restaurante La Trencadora de Pollença, que cerraron para la ocasión para de esta manera ahorrar a todos el camino de Formentor, que es donde Mercedes recibía con sencillez y grandeza. Como en su adiós, sin dejar a nadie indiferente.
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