Algunos niños y adolescentes han de tener activado el micrófono y la cámara durante sus clases virtuales a través de Skype, Zoom o cualquier otra herramienta. Pero lo cierto es que hay cosas que no pueden controlar, o pueden sacar provecho de ello, como la conexión a internet.
Así se la jugaron a una profesora de Bristol, Inglaterra, la cual estuvo semanas 'ignorando' a uno de sus alumnos y sin preguntarle nada porque pensaba que su conexión estaba fallando.
Cuando se percataron de ello, su marido acudió a Twitter a contarlo para elogiar la inteligencia de este joven: «Aparentemente, un niño ha estado cambiando su nombre a 'Reconectando' durante las clases por Zoom para que no le hagan preguntas. Lo ha estado haciendo durante semanas».
«El muchacho no necesita preocuparse por su educación, ya es un auténtico genio», opinó. Pero parece que este pequeño 'cerebrito tecnológico' no es el único, pues su anécdota gustó tanto que otros se apuntaron a contar las estrategias que habían usado sus hijos.
«Mi hija de 8 años colocó su ordenador portátil detrás de su iPad [donde veía las clases] con sus auriculares conectados al ordenador. Ella 'miraba' a la cámara de su iPad 'escuchando' atentamente a su maestra cuando en realidad estaba viendo Netflix», se rió una madre.
«Mi hijo me dijo que algunos de sus amigos habían creado una imagen en movimiento en bucle de ellos mismos mirando la pantalla del ordenador para ponerla de foto de perfil», explicó un padre. «También hay muchos niños que tienen salas de chat privadas para hacer trampas en los exámenes o para avisar en el caso de que alguien sea llamado a una lección y no esté prestando atención».
«Mi hijo tenía un video de él mismo en un bucle estudiando intensamente reproduciéndose en un iPad frente a la webcam mientras él estaba tumbado en la cama jugando a Fifa en su teléfono», contó otra usuaria.
2 comentarios
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... pues todos esos padres modélicos no aclaran si siguieron permitiendo estos comportamientos incorrectos, o les obligaron a prestar atención en clase... parece que estuvieran incluso orgullosos de las peyas de sus vástagos...
Para lo que enseñan, mejor vaguear