El pasado año, Sonia y Neus sólo pudieron organizar tres de los 22 enlaces que tenían previstos. «Para este año superamos las previsiones, pero la incertidumbre continúa y ya hay parejas que volverán a retrasar su boda un año más, para 2022, pero otros optan por casarse online». A día de hoy, la normativa permite celebrar bodas de manera presencial con 50 personas en exteriores y 25 en interiores, incluyendo camareros y otros trabajadores. Neus y Sonia proponen que los invitados que no puedan asistir por las limitaciones puedan seguir el evento en streaming.
Con todo lujo de detalles
La boda comienza con un vídeo de los preparativos de los novios y en directo desde la llegada a la iglesia, para los enlaces religiosos, con autorización del sacerdote y en caso de boda por lo civil, que son la mayoría, desde el agroturismo, hotel o lugar elegido por los novios.
La conexión se realiza a través de un link que los invitados habrán recibido por email y a sus domicilios llega un picnic para disfrutar del mismo menú elegido por los contrayentes. El coste de este tipo de boda es más económico que la convencional, pero «este no es el motivo por el que los novios eligen esta opción. Una boda normal puede salir a 140 euros por comensal y con esta opción rondaría los 70 o 80 euros, dependiendo del menú».
El chef Andreu Genestra, con estrella Michelin, colabora con esta propuesta y ofrece varias sugerencias gastronómicas, así como el bartender Rafa Martín, del Brass Club, que elabora unos cócteles y combinados envasados al vacío para que los invitados puedan tomar una copa tras la comida o cena en su casa.
En el caso de que el enlace sea por la tarde y acudan invitados presenciales, todo el evento, a día de hoy, tendría que finalizar a las 22.00 horas, con el toque de queda.
Tras el ‘sí, quiero!' se saca el aperitivo. A manteles, los novios dirigen unas palabras a los asistentes online y comienza el almuerzo o cena y cada uno, desde su casa, puede seguir el desarrollo de la celebración e incluso conversar con novios y otros invitados.
«Con cada picnic va un código QR donde Genestra explica en un tutorial la elaboración del plato y la forma de calentarlo o servirlo. Este es un servicio que hemos arrancado con Genestra y somos conscientes de que, más temprano que tarde, otras empresas lo pondrán en marcha dependiendo de cómo se desarrolle la desescalada», comenta Neus.
Para finalizar un inolvidable día, con Neus y Sonia pendientes de todos los detalles, llega el momento del brindis, pero la fiesta continúa después, en el salón de casa, con una cuidada selección musical y los combinados de Rafa Martín. En definitiva, el amor puede con cualquier pandemia.
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