Rocío Carrasco llora al recordar la muerte de su padre: “Cuando le dio el infarto, yo creía que seguía vivo” #RocíoVerdad4 https://t.co/4xCsU8puh9 | Twitter: @telecincoes

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Rocío Carrasco ha desgranado en el último episodio de la docuserie emitida este pasado miércoles en Telecinco la relación que desde niña le unía al hombre más importante de su vida, su padre Pedro Carrasco. La hija de Rocío Jurado dejó claro que la prematura pérdida del boxeador no ha cicatrizado.

Uno de los peores momentos se produjo cuando Rocío y Fidel salieron abucheados del funeral de Pedro Carrasco. Sin embargo, a Rocío no le impactó demasiado aquella escena, según afirma, ya que «para mí era más importante lo que dejaba allí que lo que pasaba fuera, porque eso era la expresión de la gente ante la imagen de mí».

Asimismo, según su visión, esos abucheos y gritos de rechazo estaban instigados desde la sombra por su exmarido, Antonio David Flores, el origen de todos sus males, según ella misma confirmó. «Ha estado detrás de todo lo que me ha pasado. ¿Qué hizo? Promover esa reacción. Por eso digo que responde a la imagen que ha creado, junto con los medios de comunicación y su estrategia».

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Y es que sus problemas con Fidel pasaron por su peor momento cuando la relación entre ambos era mala. «Por desgracia, mi padre, nunca llegó a conocer a Fidel» lamentó Rocío Carrasco tras recordar que Fidel a punto estuvo de irse de casa, y antes de referirse a su problemática relación con la mujer de su padre, Raquel Mosquera.

«Esa conversación terminó con mi padre disculpándose con Fidel, disculpándose conmigo, diciéndome que me quería y que se había equivocado porque temía que Fidel fuera del mismo perfil que 'el padre impío'. Todo lo que se ha contado por la que era su mujer entonces (Raquel Mosquera) es mentira. Por mucho que ella diga, mi padre nunca dijo eso de 'esa hija de puta no pisa más esta casa'. La despedida fue un 'te quiero'».

Rocío Carrasco explicó que la razón que casi puso punto y final a su relación fue la decepción de ver cómo le fallaba la persona que más quería, su padre. Y es que el fallecimiento de Pedro Carrasco, como consecuencia de un infarto, marcó un punto de inflexión en su vida. «No quiero recordar nada de ese día. Se fue mi padre, se fue mi niñez? Era locura con mi padre. Por mucho que me peleara, con él se fue un trozo de mí».

Informes psicosociales

Coincidiendo con una nueva emisión de Rocío, contar la verdad para seguir viva Telecinco ha desvelado el contenido de la valoración de un equipo de psicólogos que en 2002 emitieron informes psicosociales por una petición suya ante los tribunales, preocupada por aquello que sus hijos pudieran oír o ver durante el proceso.

De la niña los expertos consideran que intenta agradar en su relación materna, deja claro que su madre solo se va cuando ella está con su padre y tiene una imagen de una madre atenta que «vigila y se preocupa». Se identifica con su madre, se siente elegida y segura aunque siente temores en la separación y rechazo ante figuras sustitutas. Llorando a cámara Rocío Carrasco recalsa sobre su hija: «se sentía querida, elegida, protegida, es la imagen que ella tenía».

Esa imagen ha cambiado mucho en los años posteriores y de hecho, en relación a esto, la revista Lecturas ha lanzado una primicia, que apunta a que la hija mayor de Rocío Carrasco, Rocío Flores, «tiene claro que hablará. Vive su peor momento, impotente ante el escarnio público que cree que sufre su padre injustamente».

Por su parte, el informe que retrata a Antonio David refiere un «problemático control emocional» marcado por su «impulsividad ante situaciones de tensión o estrés emocional», y que además se «perturba y emociona con facilidad».