¿Es para sus nietos que ha escrito sus memorias?
– En el libro que he escrito cuento pinceladas de mi vida para mis nietos y para mi familia, también para los amigos. Lo importante de una vida nunca se puede contar. No siento miedo de hacerlo, soy bastante atrevida pero no podría contar recuerdos o vivencias que no me pertenecen. He escrito mi libro de memorias desde el respeto y la prudencia. Llevo escribiéndolo desde hace más de diez años, pensé que nunca verían la luz pero me estimularon Carmen Posadas y Julia Saenz-Angulo, que es la que me ha ayudado a hacerlo, y también Carmen Palomero, que ha seleccionado las fotos.
Es un libro que podría ser una serie de televisión…
– Me lo han propuesto. Mi vida ha sido como yo, polifacética, me gusta todo, tengo amigos en todas partes, soy curiosa pero lo más importante para mi ha sido siempre el ser humano, luego la creatividad, la inteligencia, la belleza.
¿Con qué pasaje de su vida se quedaría ?
– Todos y ninguno, me quedo en el momento donde estoy. No pienso en el mañana ni el ayer. No siento nostalgia de nada. Viví las grandes galas, las noches preciosas, pero entonces no era la verdadera Mayte. Me siento más yo ahora, soy más de pueblo, quizás porque la edad me ha dado serenidad y sabiduría.
Su vida ha sido muy privilegiada.
– Sí, gracias a Dios. He estado en una atalaya de privilegio con las luces y sombras que tienen todas las vidas. Todas las vidas tienen muchas, muchas sombras, pero yo prefiero callarlas. Positivizo todo, hay que hacerlo. Filomena destrozó mi jardín de Madrid. Les ofrecí el jardín a los artistas durante la pandemia para que pudieran trabajar allí. Hoy es un parque lleno de esculturas maravillosas.
¿Nunca ha vivido tan bien como ahora?
– Tuve una infancia realmente privilegiada, feliz. En este momento es todo más sereno, no paro de hacer cosas que me gratifican. Durante la primera época de la pandemia trabajé más que nunca y conseguimos movilizar a mucha gente que ayudaba. También desde Mallorca, mujeres como Maite Arias, Paula Fuster o Chus Gabilondo lo dieron todo, abarcando tantos campos donde ayudar que nos sentíamos y nos sentimos muy satisfechas. Volcamos la necesidad de hacer algo en ayudar. Ha sido increíble cómo ha respondido la ciudadanía, conseguíamos lo que hiciera falta cuando no había de nada. Nos ha condecorado hasta la Guardia Civil.
¿Cómo ha conseguido crear, en un mundo de privilegio absoluto, a tres hijas estupendas?
– Son trabajadoras, buenas y con un corazón de oro las tres. Estoy muy orgullosa de todos, de mis nietos, de mis hermanos y sobrinos. Mis hijas son muy Barreiros, de ahí su espíritu emprendedor y trabajador. Mi padre también fue un hombre de campo, trabajador de sus fincas. Siempre he visto a los míos trabajar. Nací en Madrid pero me siento muy extremeña cuando estoy allí, andaluza cuando estoy en mis fincas de Andalucía, aquí me siento mallorquina de pura cepa. En Viena me siento vienesa. Creo que esta es la clave de mi vida.
¿De dónde saca tanta energía?
– Me iré dando gracias a Dios por haber vivido y lo haré cantando y bailando. Pienso seguir activa hasta el último suspiro. Mire, he conocido a los más grandes y me siento una privilegiada por ello pero nadie me quita muchas noches de insomnio y alguna que otra enfermedad que ahora me permite vivir el momento con más intensidad y más fuerza.
¿De todos los que ha tratado, son los Castro los que más la han sorprendido?
– Fidel era interesante de escuchar, era un gran orador, Raúl era interesante también, pero ha habido hombres y mujeres de una talla impresionante que me han aportado más. Gente de todo el mundo. Había un grupo francés muy interesante en el que estaba el presidente de la República Valerie Giscard d'Estaing y François, su hermano, que era presidente del Banco de Francia entonces, junto a François Dalle, CEO de la multinacional francesa de cosméticos L'Oréal, y cazamos juntos en Oropesa diez años. En Italia, el presidente de la Fiat Agnelli, el presidente de la República Fanfani, y por supuesto los Barreiros, los del Pino, Ramón Areces, Pío Cabanillas, Iñigo Cavero... Me pasaba los fines de semana rodeada del mundo empresarial y económico más importante, aprendiendo y escuchando, y durante la semana vivía rodeada de artistas, que eran mis amigos, entre ellos Rafael Alberti, Moreno Galván, Pepe Caballero, Claudio Bravo, Miró, Robert Graves, María Luisa Magraner... Con todos he tenido una grandísima relación de amistad y admiración.
¿Cómo se compaginan dos mundos tan distintos?
– Porque me interesan ambos y porque son distintos. Soy artista, pero en la familia siempre me han llamado la genovesa, porque me gusta el negocio, ser empresaria, aunque sea a baja escala que ha aprendido de los más grandes.
¿En algún momento fue consciente de que estaba viviendo un momento histórico y único?
– Lo supe siempre, desde muy pequeña era consciente y es lógico. Estar con Franco y estar con el príncipe de Asturias hacía que viéramos todo lo que ocurría, incluidas las luchas de poder, que las hubo, con don Alfonso de Borbón, al que quise muchísimo, hicieron que lo viviera todo muy de cerca. También lo vivía en otros países, intuía lo que iba a suceder quizás porque teníamos una información anticipada de lo que iba a ocurrir. La información verídica es muy importante.
¿Como ve el momento actual?
– Interesante a pesar de todo. Me preocupa lo que está sucediendo con la COVID-19 y los intereses de muchos estados que no creo que sean muy honestos con la humanidad. Supongo que es el nuevo orden mundial. He perdido 34 amigos durante esta pandemia. La gente ha de cumplir con las normas que nos imponen para acabar con la pandemia, no hay otra que la prudencia.
1 comentario
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Interesante artículo...que nos brinda una pincelada de la apasionante vida de esta señora...