Jaume Amengual muestra cómo se adoba una red de pesca en el taller de su casa, en es Molinar.

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Como una reacción a la revolución industrial, a finales del siglo XIX surge en Gran Bretaña el movimiento artístico Arts and Crafts, ligado al diseño y a las artes decorativas. Su principal ideólogo fue el artista y escritor William Morris, que abogaba por vivificar la artesanía tradicional y mejorar el diseño de los objetos domésticos ordinarios.
En esta línea se desarrolla parte del trabajo del artesano náutico Jaume Amengual, que traslada del mar al hogar sus conocimientos sobre cabuyería y redes de pesca y protección. «He adaptado todo mi conocimiento de pescador a la modernidad», explica el mestre xarxer que, de forma simultánea, elabora y repara redes de catamaranes, botalones de proa o para la pesca, como crea otras para protección de balcones, escaleras y piscinas, además de adaptar los cabos y nudos marineros a diversas formas decorativas.

Pasar el testigo

Amengual ha vivido toda su vida ligado al mundo náutico. Nacido y criado en el barrio de es Molinar, proviene de una larga estirpe de pescadores. Su padre, Sebastià Amengual, pescador de séptima generación, fue quien le enseñó a pescar y armar aparejos desde niño: «Cuando acababa las clases, antes de salir a jugar, mis padres me hacían adobar las redes. Así comenzó mi aprendizaje». Tras dedicarse casi dos décadas a la pesca de manera ininterrumpida, en 1997 tuvo que abandonar la profesión «por la baja producción y su decadencia».

Ello no hizo que se alejase del mar y el mundo pesquero; la formación ha sido la vía que ha utilizado para mantener vivo el legado familiar y «cerrar el círculo enseñando a otros».

Amengual ha impartido numerosos cursos de navegación, de mantenimiento y reparación de embarcaciones, de pesca, o de cabuyería tradicional. «No solo intento recuperar el oficio, sino que hago lo posible para no perder nuestro patrimonio náutico inmaterial. Paso mucho gusto de ir al muelle y ver a alguno de mis alumnos trabajando; he ayudado a una persona y, al mismo tiempo, a conservar ese patrimonio», expresa el mestre xarxer, que aboga por la promoción de los trabajos artesanales para mantener vivo el espíritu de la Isla. «Hay muchos oficios en peligro de extinción y creo que la Administración debería organizar más cursos y ofrecer certificados de profesionalidad. Ha quedado demostrado que tener la economía centralizada en el turismo no funciona; debemos conservar lo nostro para que sigan visitándonos, y eso pasa por mantener los oficios artesanales».

Redes y cabos para proteger y decorar

Amengual aplica las técnicas para la decoración y la protección de espacios de toda índole utilizando las herramientas tradicionales, como las agujas de pescador.Tradicionalmente, los materiales de las redes de pesca eran el cáñamo o el algodón. En casa de todo pescador había un teñidor, donde las redes se sumergían en corteza de pino hervida para adquirir una capa impermeable con la que enfrentarse a una de las enemiga de dichos materiales: la humedad.
Con el paso del tiempo los materiales artificiales, como el nylon o el poliéster, les han ganado el terreno a causa de su fácil acceso y sus bonanzas: las redes ya no deben secarse dos veces por semana como antaño. Aun así, todavía hay clientes que demandan redes tradicionales, aunque Amengual les advierte del característico olor que estas desprenden.