Ofelia se relaja en el hotel Fontsanta y disfruta de su gastronomía. | Julián Aguirre

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Su participación en Masterchef 9 no pasó desapercibida ante la gran audiencia. Ofelia Hentschel Batallán (Santiago de Compostela 1992) fue toda una revolución en el reality culinario. Experta en márketing de hípica y mujer de paladar exquisito, Ofelia evolucionó en las cocinas llegando casi a la final. Su relación con Mallorca llega por la rama paterna. «Mi padre vive en Mallorca y durante el verano hace la temporada en Eivissa. Aunque este verano he venido a Mallorca a disfrutar de la calma y la gastronomía, y especialmente por mis hermanos Iris y Noah, a quienes amo».

A pesar de ser gallega, usted se siente bastante mallorquina, ¿no?

–Solo te digo que vengo cada verano a Mallorca. De toda la vida. Sólo falté en el año 2015 que no pude venir por enfermedad. Aquí estuve viviendo un tiempo y fui al colegio Sagrat Cor, de Palma, y este verano me he podido reunir con antiguos compañeros de clase.

Pero también viene por trabajo...

–Bueno. Me dedico al márketing de hípica desde el año 2013 y la verdad es que hoy en día se puede trabajar desde la distancia. En esta ocasión también estoy disfrutando del relax alojándome en el hotel Fontsanta, en Campos, y Can Simoneta, donde además me ha cautivado la degustación de sus menús. Es impresionante lo bien que se come y los productos de gran calidad que hay en Mallorca. Sinceramente los chefs David Moreno y Jhonatan Maldonado me han enamorado con sus propuestas.

¿Donde aprendió a cocinar?

–Aunque me crié con mi madre y mi abuela materna, ninguna de las dos sabían encender un hornillo. Todo lo hacía el servicio, y realmente fue mi abuela paterna quien me enseñó a hacer orejas, galletas de nata, sopa de marisco, san jacobos, etc., platos que ella elaboraba de manera increíble.

¿Cuál es el plato que mejor hace?

–Empezando porque estoy en tratamiento tras padecer una bulimia nerviosa en 2015 y no me permite cocinar muchísimo, creo que cocino muy bien el plato de cítricos de Jordi Cruz. En realidad, todos los platos de cocina del libro Cocina en casa como un chef, de Jordi Cruz. Te los podría decir de memoria.

Derrocha adoración por Jordi...

–Me apunté a Masterchef por Jordi, aguanté por Jordi y volvería a repetir por él. Incluso llevo estas zapatillas porque él las lleva. Si lo tuviera que describir con una sola palabra sería ‘persona'. Intento seguirle y para mí lo es todo.

¿Y Pepe y Samantha?

–No puedo decir nada malo de ellos, pero desde el minuto uno Jordi ha sido mi gran referente.

Durante el programa dio una imagen de ser una mujer intensa, pero ahora le veo muy relajada. ¿Cómo es en realidad Ofelia?

–Pues intensa, lo que pasa es que en Mallorca me relajo más. Es muy fácil decir que soy histérica, pero es que el ritmo en Masterchef es de vértigo y muy difícil. No soy nada paciente y es verdad que salto con facilidad.

¿También es tan enamoradiza como hemos visto?

–No. Y te voy a confesar que soy muy selectiva. Desde 2018 estoy sin pareja y estoy muy bien sola. Jordi Cruz me decía ‘para encontrar a alguien tienes que encontrar la luz que hay en ti'. Y estoy queriéndome a mí misma, la verdad.

¿Cómo vendería Mallorca, o Baleares, al mundo?

–Aconsejaría a los turistas que no busquen el todo incluido. Hay que conocer la Mallorca de verdad, las calas, los mercadillos y sobre todo la gastronomía más tradicional.