Este mes ha iniciado una serie de viajes rotativos con escala en Palma, que se prolongarán hasta el 25 de octubre, con visitas a Roma, Florencia, Nápoles y Cerdeña. A bordo, al igual que en los otros buques de la naviera, prevalece el concepto freestyle y de horario flexible de comidas y espectáculos, con gran variedad gastronómica.
Producto de los astilleros STX de Saint Nazaire (Francia), con 155.873 toneladas y 329 metros de eslora por 45 de manga y 19 cubiertas, fue al entrar en servicio en el año 2010 el tercer crucero más grande del mundo. Su capacidad asciende a 4.100 pasajeros, aunque en este viaje su aforo se ha reducido a 2.127, en su mayoría estadounidenses, españoles y británicos, debido a las restricciones impuestas por la pandemia.
Norwegian Cruise Line realizó en el pasado una de las mayores apuestas comerciales, al transformar en 1980 el mayor trasatlántico clásico, el France, en un megacrucero, el Norway. En la actualidad, se encuentra de nuevo a la vanguardia con unas instalaciones a menudo sorprendentes a bordo. Entre ellas destaca un bar de hielo, una pared de escalada, entonces novedosa, y un gran parque acuático.
Su visita coincidió este lunes con la del Harmony of the Seas, que llegó a Palma con 1.240 cruceristas internacionales para una capacidad de 6.400 pasajeros. Pertenece a la clase Oasis de Royal Caribbean, los mayores buques de crucero del mundo, con 227.960 toneladas. Sus escalas, también de frecuencia semanal, se prolongarán hasta el 25 de octubre.
1 comentario
Para comentar es necesario estar registrado en Ultima Hora
En plena crisi climàtica és una vergonya que quatre rics vulguin seguir fent negoci a base d'embrutar