En septiembre, el índice de precios de los alimentos de la FAO se situó en un promedio de 130 puntos, es decir, 1,5 puntos (+1,2%) más que en agosto y 32,1 puntos (+32,8%) más que en el mismo mes del año pasado, impulsado en gran parte por el encarecimiento de cereales y aceites vegetales, junto con las subidas de los precios de los productos lácteos y del azúcar, mientras que los precios de la carne se mantuvieron estables.
En el caso de los cereales, el subíndice correspondiente registró en septiembre un promedio de 132,5 puntos, con una subida del 2% respecto de agosto y del 27,3% anual, impulsado por la subida de los precios mundiales del trigo, con un alza del 4% mensual del 41% interanual.
«La reducción de las capacidades de exportación, en medio de una fuerte demanda mundial, mantuvo la presión al alza de los precios internacionales del trigo», explicó la agencia.
Asimismo, también subieron los precios del arroz y los de la cebada, mientras que los precios mundiales del maíz permanecieron en general estables, con una subida de tan solo el 0,3% con respecto a agosto, aunque casi un 38% por encima de sus niveles de septiembre de 2020.
De su lado, el subíndice de los aceites vegetales registró en septiembre un promedio de 168,6 puntos, lo que supone un incremento mensual del 1,7% y en torno al 60% respecto del nivel alcanzado el año pasado debido principalmente al encarecimiento del aceite de palma y de colza, mientras que las cotizaciones de los aceites de soja y girasol disminuyeron.
A su vez, el dato de precios de los productos lácteos se situó en un promedio de 117,9 puntos, un 1,5% más que en agosto y un 15,2% más que en el mismo mes de 2020, mientras que el subíndice para la carne alcanzó los 115,5 puntos, prácticamente sin cambios respecto a su valor revisado de agosto y un 26,3% más que en septiembre de 2020. En el caso del azúcar, los precios subieron un 0,6% mensual en septiembre y un 53,5% interanual, hasta los 121,2 puntos.
Por otro lado, la FAO ha indicado que «la producción mundial de cereales en 2021 va camino de alcanzar un récord histórico» de 2.800 millones de toneladas, aunque ha alertado de que eso es menos que los requisitos de consumo previstos en la temporada de comercialización 2021/22, según las nuevas proyecciones.
Según las previsiones de la FAO, la utilización mundial de cereales en 2021/22 será de 2.811 millones de toneladas, un 1,8% más que la temporada anterior, como consecuencia del aumento significativo previsto en el uso de trigo para la alimentación del ganado, una tendencia impulsada en parte por altos precios de los cereales secundarios.
En consecuencia, se espera que la relación entre las existencias mundiales de cereales y el uso de 2021/22 se sitúe en el 28,4%, por debajo del 29,2% del año anterior, aunque ha subrayado que aún indica un nivel general cómodo.
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