Primer premio Agricultura. Joana Valls recibió el máximo reconocimiento con esta imagen en un campo de calabazas.

TW
0

La Conselleria d'Agricultura, Pesca i Alimentació entregó este viernes en la Cambra de Comerç los premios del II certamen de fotografía De la mar i de la terra. Un reconeixement a les seves dones. El concurso, organizado con motivo de la celebración del Día Internacional de la Mujer Rural, que se celebró ayer,    15 de octubre, tenía por objeto visibilizar y poner en un primer plano a las mujeres rurales de Baleares.

Al concurso se presentaron un total de 74 fotografías y participaron 28 personas, 21 de las cuales eran mujeres.

Jessica Gomila fue la gran vencedora, ya que en la categoría de Pesca logró los dos puestos con Sipis amb punteria y Quines peces; y el tercer premio fue para su hermana, Maribel, con la fotografía Bona mida.

Primer premio de Pesca. Jessica Gomila fue la mejor en este apartado para el jurado por su foto ‘Sipis amb punteria'.

En la categoría de Agricultura, la ganadora fue Joana Valls con la fotografía Mirades; el segundo premio recayó en Miquel Àngel Canyelles, con la instantánea Multiplicant el gra d'all; y Pep Aguilar Aguiló logró el tercer premio gracias a la imagen De sol a sol. En la categoría de Ganadería, Irene Viseras conquistó el primer premio con la fotografía Dones compromeses amb el benestar animal; el segundo premio lo ganó José Manuel Ortega con  Experiència; y el ‘bronce' fue para Rossana González, con la imagen Munyiment. Finalmente, en la categoría de Industrias Agroalimentarias, Aina Maria Salvà ganó con Ella també és fornera; la plata fue a parar a Pere Joan Oliver, con la fotografía Selecció Oliva, y Lydia E. Larrey se alzó con el tercer premio por la fotografía Oliva a punt de trencar.

Primer premio Industrias Agroalimentarias. Aina Maria Salvà fue la mejor en esta categoría con esta imagen del Forn del Pla de na Tesa.

Las fotografías tenían que reflejar el papel decisivo de las mujeres en el desarrollo y la calidad alimentaria, así como el empoderamiento femenino en el sector agroalimentario. También, la participación de la mujer en la venta directa. A diferencia de la primera edición del certamen, el concurso era abierto también a hombres.

Primer premio Ganadería. Esta tierna imagen le valió

a Irene Viseras el primer puesto.

Los premiados en el primer puesto obtuvieron una estancia de una noche con cena y desayuno para dos personas en un agroturismo y un diploma; para los premiados en segundo lugar, una experiencia en una explotación agraria con una cena para dos personas; y los que se situaron en    el tercer puesto, una cesta de productos locales, que se entregó también a todas las personas ganadoras, junto con una funda de lana para mantener la temperatura de las botellas de vino.   

El apunte

Fotografía es nombre femenino

La triunfadora del certamen, Jessica Gomila, explicó que trabaja como «marinera pescadora y faeno    con mi hermana Maribel. La imagen premiada fue tomada hacia febrero de este año. En invierno nos dedicamos a la sepia y a partir de abril, a la langosta», comentó. Quien sí se dedica a la fotografía es Joana Valls, ganadora en la categoría de Agricultura. «Me gusta mucho utilizar la fotografía para dar una mayor sensibilización a colectivos que no cuentan con tanta visibilidad y también para hacer crítica social».

Ana Maria Salvà, primer premio en la categoría de Industrias Agroalimentarias, no pudo asistir a la entrega de premios y le representó su madre, Isabel María Jordà. «La imagen muestra a Estefanía, una de las empleadas donde trabaja el marido de mi hija (Matías Miralles, uno de los mejores pasteleros de Mallorca), metiendo un pan en el horno». En la categoría de Ganadería, la triunfadora fue Irene Viseras, responsable de comunicación de las Cooperativas Agro-Alimentarias de Balears. «Hice la foto hace pocos días, justo antes de que acabara el plazo. Quien sale en la imagen es Marga Seguí, de la asociación de jóvenes ganaderos. Al principio ella prefería salir por el campo pero no quedaban bien las fotos y al final conseguimos que una cabra mallorquina se dejara acariciar y pude hacer la foto».