La fiebre de Halloween es imparable. Aquellos que en su infancia recogían caramelos de puerta en puerta ya han crecido y, lo que era una tradición extraña y lejana, se ha convertido en un festejo propio. Algunos centros educativos se suman a la ola del terror con jornadas temáticas.
Halloween en las aulas
Algunos centros reservaron la jornada para una fiesta dedicada a los disfraces
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4 comentarios
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🏳️Entonces prohibamos la Coca Cola, las burguers, los perritos, y otras cosas similares.
Continúo, que se ha enviado sin querer. Pues éso, que las TRADICIONES de aquí también se expliquen en las aulas y luego cada familia que haga lo que más le convenga, pero que al menos se conozca.
Y no se puede igualmente enseñar a los niños lo de los rosarios? Es una TRADICIÓN, otra que va a llegar a desaparecer. Los padrinos regalan a los ahijados el Rosario, y luego se rezaba antes de comerlo. Me parece bien que lo de rezarlo sea cada cual que lo elija según sus creencias, pero del mismo modo que se esconden y regalan huevos de chocolate para Pascua (que no es una tradición nuestra),