«A pesar de que este es un momento de gran felicidad y alegría para muchos, las Navidades pueden ser duras para aquellos que han perdido a alguien querido. Este año, especialmente, entiendo por qué», esgrimió la jefa de Estado británica. «La vida, desde luego, está hecha tanto de partidas finales como de primeros encuentros», reflexionó. Al mismo tiempo, expresó optimismo por el futuro y resaltó su deseo de celebrar en febrero el Jubileo de Platino, que marcará sus 70 años en el trono.
Las celebraciones habituales de la familia real británica se han visto este año reducidas ante la expansión de la variante ómicron del coronavirus. Isabel II ha decidido no viajar a su residencia campestre de Sandringham, en el norte de Inglaterra, como tiene por costumbre, y ha permanecido en Windsor, a unos 40 kilómetros al oeste de Londres. Tampoco asistió a la tradicional misa en la capilla de San Jorge de su castillo esta mañana, a la que sí acudieron su primogénito, el príncipe Carlos, y su esposa Camila, que compartieron después la mesa con la reina. Ni el príncipe Guillermo ni su hermano Enrique han estado este año junto a la soberana, que durante la pandemia ha limitado en gran medida sus contactos sociales y ha pasado largas temporadas aislada en Windsor. «Si bien la covid hace otra vez que no podamos llevar a cabo las celebraciones como hubiéramos deseado, todavía podemos disfrutar de muchas tradiciones felices», dijo hoy la reina, que subrayó que su familia es una «gran fuente de felicidad» para ella. Expresó asimismo su satisfacción al ver a «nuestros propios hijos y sus familias asumir los roles, tradiciones y valores que significan tanto para nosotros, que se transmiten de generación en generación».
Las Navidades ponen fin a un año especialmente complejo para la monarca. Además de la muerte del duque de Edimburgo, con 99 años, Isabel II ha sufrido problemas de salud que le han obligado a mantener reposo desde noviembre por consejo médico. Aunque no ha trascendido la naturaleza de sus dolencias, la reina ha cancelado gran parte de su actividad pública en las últimas semanas, incluida la inauguración de la cumbre del clima COP26 en Glasgow (Escocia), que iba a ser uno de sus principales actos de 2021. Con todo, no ha suspendido por completo sus actividades. Ha continuado celebrando audiencias por videoconferencia y la semana pasada recibió personalmente en Windsor al sultán de Omán, Haitham bin Tareq al Said, entre otros compromisos.
Isabel II tiene ya la vista puesta en las celebraciones de su Jubileo de Platino. «Espero que sea una oportunidad para que la gente disfrute de un sentido de unidad, una ocasión para dar gracias por los enormes cambios de los últimos 70 años -sociales, científicos y culturales-, y también para mirar hacia adelante con confianza», señaló. También ha marcado en su calendarios los Juegos de la Commonwealth que se celebrarán el próximo julio en Birmingham (Inglaterra). «Será una oportunidad para celebrar los logros de los atletas y una reunión entre naciones que comparten una misma mirada», afirmó.
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Els britànics són tan anacrònics com els espanyols, tot molt medieval