Andreu Genestra (derecha), Aleksey Rudnev, cocinero de Villa Tartufo, en el centro, y Rafael Barrientos, jefe de cocina del restaurante Andreu Genestra.

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Járkov, con sus casi 1,5 millones de habitantes, era hasta hace unos pocos días una ciudad, la segunda en importancia de Ucrania, que había empezado a modernizarse y a abrirse al turismo con la idea de atraer primero visitantes del resto del país y luego de Europa y Asia. Una de las líneas maestras de este cambio se estaba produciendo en el mundo gastronómico. El propietario del restaurante Villa Tartufo, un potentado que prefiere permanecer en el anonimato, es un asiduo visitante de Mallorca y entre sus lugares favoritos está el restaurante Andreu Genestra (una estrella Michelin), situado en el Hotel Son Jaumell, de Capdepera. «Este señor nos invitó a Járkov en noviembre para que diéramos a conocer nuestros platos y durante una semana organizamos una serie de comidas y cenas para su familia y diversos invitados de la ciudad», explica Genestra.

Al frente de las cocinas de Villa Tartufo se encontraba Aleksey Rudnev. «Hoy está viviendo en un sótano al igual que otros compañeros, mientras que otros han optado por coger las armas y, aunque su preparación es nula porque ellos no son militares, sino cocineros, se han unido a la Resistencia contra los rusos», explica el cocinero de Inca, que acudió a Ucrania junto a su jefe de cocina, Rafael Barrientos. «El ucraniano es bastante frío en un primer momento, pero cuando cogen un poco de confianza son súper amables», dice.

El restaurante de Járkov, donde estuvieron Genestra y Barrientos.

Genestra y Barrientos prepararon una gran cantidad de platos entre los que no faltaron el porc negre y la sobrasada. El resultado fue tan espectacular que el dueño propuso a Genestra abrir un restaurante en el primer piso de Villa Tartufo. «En dos semanas tenían que venir dos cocineros para ver cómo trabajamos, pero el proyecto se ha ido al traste», lamenta. En la actualidad, Villa Tartufo tiene los cristales rotos debido a la onda expansiva de las explosiones. El martes, un misil impactó en la plaza de la Libertad de Jarkóv, a pocos metros de donde se encuentra el establecimiento. Genestra está en contacto con parte de la plantilla de Villa Tartufo a través de Instagram y le transmite toda la fuerza y ánimo. «No sé cómo acabará este desastre, pero el pueblo de Ucrania es muy aguerrido y orgulloso y no se va a rendir fácilmente ante Rusia», vaticina.