Andrea Mileni posa en su comercio de Palma.    | Teresa Ayuga

TW
0

Hay quien afirma que la magia no existe, que es un invento para confundir los sentidos. Para otros, en cambio, la magia está en todas partes, se esconde en los lugares más insospechados. En un globo, por ejemplo. Si no me cree, pregúntese cómo de algo tan aparentemente simple pueden brotar inconcebibles figuras. De un corazón a un árbol, de una letra a un delfín. Si puede imaginarlo, Andrea Mileni puede hacerlo. Como un artesano de la Florencia renacentista, esta bonaerense hace magia con sus manos. Y no acaban ahí sus virtudes, también es una productora de sonrisas, las que su obra dibuja en el semblante de sus ‘víctimas'. Que quedan atónitas ante el escrupuloso despliegue de matices que puede crear solo con su imaginación. Conozcamos un poco más a esta argentina que aterrizó en la Isla tras el devastador ‘corralito' que dejó a miles de argentinos    con lo puesto.

Si Willy Wonka existiera alucinaría con Sorpresas y globos, el comercio de nuestra protagonista y el lugar donde los sueños se materializan… y vuelan. «Vendemos globos y arreglos de globos, los denominados bouquets de globo». Para que se hagan una idea de que va la cosa, piensen en la globoflexia, una práctica común en el universo circense, consistente en la manipulación de globos que adoptan distintas formas, quizás figuras de animales u objetos. Partiendo de esta estimulante base, nace el bouquet de globos. Una técnica que, además de animar fiestas infantiles y todo tipo de celebraciones, es una herramienta maravillosa que nos permite explotar la creatividad a la par que nos brinda la oportunidad de interactuar con nuestro entorno de una forma novedosa.

Gran variedad

Obviamente, el globo es el material indispensable para realizar esta práctica, y viene en una gran variedad de tamaños, colores y materiales: «Está el globo clásico de látex y el de foil, que es como metalizado, brillante. Los tenemos en diferentes tamaños y la mayoría sirven para hacer diseños», explica Andrea. Una vez hinchados, su naturaleza maleable se presta a darle forma, aunque en este comercio «tratamos de no usar helio, los hinchamos con aire. Además de ser más costoso hay escasez y para la medicina el helio es muy valioso», reflexiona nuestra interlocutora. Incapaz de contener su ‘conciencia verde', prosigue: «Otra cosa de la que estamos en contra es la suelta de globos, algo que está de moda en las bodas. La gente piensa que al ser biodegradable, el globo desaparece. Pero no. El globo es plástico, va al cielo, explota y cae. Además, lleva cinta y puede dañar a los pájaros. Cuando alguien viene a pedir un presupuesto para una suelta siempre trato de explicarles que no es bueno para el medio ambiente».

Alegría con globos

Andrea aprendió la técnica del bouquet de globos en un curso en Miami, y asegura que le cambio la perspectiva de negocio. «Empecé a traer novedades a Mallorca, me metí más en este mundillo, a perfeccionarme en los ámbitos de altura, aire libre y muros». De hecho, en pocas semanas regresará a Estados Unidos, esta vez a Los Ángeles, donde «hay una convención de a la que asistirán más de quince artistas». Su aprendizaje lo aplica sobre cualquier tipo de petición que le sobrevenga al cliente, desde «muros con globos para un photocall, decoración de piscinas y celebraciones de cumpleaños, hasta decoración de habitaciones de hotel, inauguraciones…».