Un grupo ataviado de camuflaje corre a refugiarse tras un parapeto, mientras otro le dispara diminutas pelotas cargadas de pintura biodegradable. Nos encontramos en pleno campo de batalla. Uno de tantos que surgieron y se consolidaron como grandes atracciones no solo del fin de semana, también en días laborables. Y para muestra un botón: hoy es un miércoles lluvioso y otoñal y esto está hasta la bandera, cualquiera diría que estamos en plena selva vietnamita en el ecuador de los 70... Me sobreviene una sonrisa al pensar en Silvester Stallone caracterizado de John Rambo y deslizando con la voz entrecortada ‘Díos mío, esto está lleno de charlies’. Pero, poca broma, que aquí nadie se esté jugando la vida sorteando proyectiles del calibre 5,56 no quiere decir que estemos en un episodio de Downton Abbey. El paintball no es un deporte para pusilánimes.
Paintball, guerra al estrés
Diversión, catarsis y descarga de adrenalina se citan en las afueras de Lloseta en uno de los pocos campos de ‘paintball’ de la Isla
También en Noticias
- ¿Por qué aumentan los casos de cáncer?
- Una muchedumbre golpea a un vigilante de Son Espases e intenta agredir a los médicos por la muerte de un bebé
- Fallece una niña de 12 años tras precipitarse desde la séptima planta de un hotel en Alcúdia
- Contramanifestación encubierta: Pegatinas a favor de los turistas sobre los carteles contra la masificación
- Aparcar dónde y cómo sea: el coche que ha causado sensación en Bunyola
Sin comentarios
Para comentar es necesario estar registrado en Ultima Hora
De momento no hay comentarios.