Los ‘dimonis’ y Sant Antoni recorrieron las calles para deleite de los más pequeños. | Laura Becerra

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Tras dos años de parón por la pandemia, en Son Ferriol celebraron este sábado por la mañana su particular Dimoniada Infantil, un divertido y multitudinario cercavila con los Dimonis de Son Ferriol. Estos demonios cabezones se inspiran en los caparrots del artista mallorquín Toni Roig, y los recuperó la Comissió de Sant Antoni de Son Ferriol, organizadores de las fiestas desde 2014, con motivo del centenario del barrio del extrarradio palmesano. Desde la iglesia, con un carro decorado para la ocasión y los xeremiers, fabiolers y tamborers al frente, marcando el ritmo de la marcha con su música, los presentes arrancaron con el pasacalles, que cubrió buena parte de la barriada.

Durante el recorrido, los niños jugaban e instigaban a los dimonis, tirándoles de la cola o sacándoles la lengua, quienes con su característica mecha corta no tardaban en caer en sus provocaciones. Después de persecuciones, risas, sustos y algún que otro escobazo, los participantes llegaron a la plaza donde, tras merendar en mitad del trajín del mercado sabatino, se sumaron a la ‘Correguda de Joies', carreras en las que debían llegar hasta un caparrot.

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A continuación, tuvo lugar un concurrido concurso de espinagades, con la participación de la nutricionista Fanny Pons y el chef Miquel Calent. Finalmente, los tres ganadores fueron Cati Servera, Antonia Adrover e Inés Hernández. Por la noche tiene lugar la lectura del pregón, a cargo de Pep Palmer, primer ferrioler en convertirse en médico, y el primer baile de los dimonis con Sant Antoni.

Este domingo por la tarde, a partir de las 16.00 horas, tendrán lugar las beneïdes ante la parroquia, a las que acuden no solo mascotas, sino también animales de trabajo. Por la mañana es la misa solemne presidida por el obispo de Mallorca, Sebastià Taltavull.