Dedicados desde 2018 a embellecer espacios, y con obras distribuidas por toda Mallorca, Llum y Dani afirman que este mural ha sido su proyecto más emotivo. Pintar en la calle es estar abierto a la reacción del público, en vivo y en directo, en mitad de la actividad, y esta vez la respuesta nace desde las entrañas: «Durante los dos días que le dedicamos al mural, nos pasó varias veces que se acercó alguna vecina llorando, o con los ojos vidriosos. Y nosotros nos emocionamos con ellas. Al final, se juntan muchas cosas: la situación del vecindario, imágenes que les retrotraen a otra época», explican los artistas, que se basaron en antiguas fotografías del álbum familiar, -Miranda y su familia materna también son vecinos-, y de diferentes archivos para da forma al mural. A través de los comentarios vecinales, los artistas descubrieron asimismo que pintaban sobre las paredes del antiguo colmado de es Jonquet: «'Cuando la temporada no era buena, este colmado alimentaba a todo el barrio', comentó también una vecina», cuenta Reglero.
«Somos muy reivindicativos con la problemática del barrio, y también queríamos disfrutar en positivo. Este mural refleja el sentir vecinal: muestra aquello que se antes se valoraba y lo que hemos perdido», afirma la presidenta de Barri Cívic, Esperança Lliteras; esta tarde los vecinos de la zona se reunirán para merendar e inaugurar un mural que nos recuerda un pasado que, hoy, se ha convertido en utopía.
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Yo era joven, pero he vivido esta época y rememora buenos tiempos