Cada mañana, Ramón Servalls da un paseo por los viñedos para ver las cepas. | Julián Aguirre

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Las Bodegas Macià Batle acogerán el sábado 8 de julio el X Concert de la Lluna a les Vinyes, una velada solidaria, con la actuación de la Orquestra Simfònica de les Illes Balears y las voces de la soprano Marta Bauzà y el tenor Joan Lainez, que ofrecerán una Nit de Sarsuela, a beneficio de Amics de la Infància. El tatarabuelo de Ramón Servalls Batle fundó estas bodegas de Santa Maria en el año 1856 y aunque las bodegas ya no pertenecen a la familia –fueron adquiridas por Sebastià Rubí en el año 2003– el nuevo propietario solicitó que Servalls siguiera al frente. Apasionado del vino y la naturaleza, Ramón Servalls y su equipo han hecho de las bodegas un referente.

¿Qué significa el Concert de la Lluna a les Vinyes para las Bodegas Macià Batle?
–Es una de nuestras señas de identidad y representa mucho más que un concierto. Es nuestra manera de formar parte o ser miembros de una sociedad y de un mundo en el sentido de decir que nosotros elaboramos vinos, somos 49 trabajadores en esta bodega, pero además queremos participar y colaborar. No es caridad, es solidaridad. Y hemos tenido la suerte de encontrar una ONG como Amics de la Infància que piensa muy parecido a nosotros. Lo que empezó siendo un experimento se ha convertido en el evento del verano.

Macià Batle es una bodega que acoge actos y eventos a lo largo de todo el año... y muy premiada.
–Somos una bodega abierta y participativa. Cada día recibimos nuevas propuestas y ofertas, así como grupos de visitantes, extranjeros y residentes, para recorrer la bodega y catar los vinos, pero además pronto llegaremos a los 400 premios internacionales. Son vinos que exportamos a prácticamente toda Europa, algo de Japón y EEUU, y nos hemos convertido en un referente del vino de calidad. Y todo a partir de un concepto muy nuestro, es decir, con variedades propias locales de Mallorca complementadas con variedades internacionales, logrando unos vinos con gran personalidad y valorados en todo el mundo.

Cada mañana se da un paseo por el viñedo. ¿Le habla a las cepas?
–Jajaja. Tengo la suerte de vivir en el campo, en medio de viñedos y cada día salgo a caminar a primera hora de la mañana. Me gusta ver cómo evolucionan las cepas. Cuando llego a una planta y veo que está tocada, sufro con ella, y cuando la planta y la uva están vigorosas, me alegro. Me identifico sólo con mirarlas. Pero me pasa lo mismo con el vino. A veces soy tan exigente conmigo mismo que soy incapaz de disfrutar con mis vinos. Es un tema de carácter, siempre nos esforzamos por hacerlo mejor.

¿Cómo se presenta la temporada de vendimia este año?
–Por ahora vamos muy bien. Teníamos sequía, pero estos últimos días ha llovido bastante. Es verdad que ahora hay algunos peligros de hongos por humedad, pero bueno, todo esto está controlado y ahora hay que ver cómo evolucionará. Quienes estamos en el campo nunca podemos asegurar nada porque ya hemos visto en el pasado algún viñedo en el que queríamos agua, granizó y se perdió toda la cosecha. Si las cosas van así, vamos a tener este año una vendimia de cantidad y gran calidad.

Le gusta experimentar e intentar superarse a sí mismo, pero, ¿cuál es su mejor premio?
–Cada año experimentamos algo. Muchas veces no llegamos a nada, pero algunos valen la pena. Pero sin duda, el mejor premio sigue siendo la fidelidad de nuestros clientes y ver cómo la gente disfruta de nuestros vinos.

¿Alguna asignatura pendiente que le quite el sueño?
–Lo único que hay es una voluntad continuada de aprender y mejorar. Pienso que es una actitud vital y yo la tengo en todos los aspectos de la vida.

En el Concert de la Lluna a les Vinyes, ¿qué vinos se podrán degustar?
–Pondremos un Blanc de blancs, un rosado pálido y un tinto, todos ellos premiados con Baco de Oro, que otorga la unión europea de catadores y es el máximo galardón que hay en España. Vinos que se podrán catar con otros productos gastronómicos de la Isla.