Lali BeGood, nombre artístico de Carla Olaortua, se alinea en el cartel de TribuFest de Felanitx.

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No son cuentos, ni tienen una vocación estrictamente didáctica. Las canciones de Lali Be Good, sobrenombre artístico de la catalana Carla Olaortua, se adhieren al género Kindie, un estilo musical con más sustancia que una cena en el Bulli. Temas con una depurada base musical, que le echan el lazo tanto a grandes como a pequeños. La primera edición del festival de música pera familias TribuFest acogerá a la artista este sábado en el Parc Municipal de Sa Torre de Felanitx.

En cuanto a contenidos musicales se refiere, ¿son más exigentes los padres o los niños?
–La música infantil ha cambiado mucho y ahora todos son más exigentes. Antes, las canciones de animación infantil eran como menús aburridos, ahora padres e hijos pueden compartir la música.

Sus letras no son muy habituales dentro del segmento infantil, se enfocan en las emociones del mundo adulto...
–Siempre me ha interesado la educación emocional. Me gusta pensar que mis letras sirven como nexo de unión entre el niño que llevas de la mano y tu niño interior.

Exacto, fomentan el diálogo familiar, que es más de lo que tuvimos los nacidos en otras generaciones…
–Sí, intento hacerlo, aunque a veces te encuentras a alguien que te dice ‘tus canciones me ponen en un compromiso'. Esto puede pasar con canciones como La tieta se n'ha anat, pero creo que en la música se tiene que hablar de todo.

Una de las particularidades de su música es que toca diferentes palos, ¿este eclecticismo es el reflejo de su personalidad o una finalidad comercial?
–Tengo una base muy heterogénea y trato de trasladarla a los niños. Es como con la comida, si a un niño le das una dieta variada se desarrollará mejor. Y esa base multiestilos está en mi repertorio, es un reflejo de mi personalidad.

Qué artistas le han servido como modelo o inspiración?
–The Beatles y otras bandas más rockeras, pero escucho funk, jazz... de todo.

El respeto por el medio ambiente es una constante en su repertorio, incluso llegó a afirmar que ‘si no hay un cambio no saldremos de esta'. ¿Siente que los niños hacen suyo este mensaje?
–Sí, los niños lo tienen clarísismo, no quieren el mundo que les estamos dejando.

¿La música infantil es un coto aún por explotar?
–Creo que es un mercado que solo puede crecer.

¿El desarrollo de la música familiar acabará formando parte de la programación diurna de los grandes festivales?
–Ya comienza, poco a poco, aunque aún existe una cierta denostación hacia lo infantil, pero creo que esto irá cambiando por una simple cuestión económica, pronto se darán cuenta de que esta escena mueve mucha gente.

¿Qué canción escogería como autorretrato?
–Creo que Cosmic Girl de Jamiroquai.