Gonzalo Miró, Noelia López, Esmeralda Moya y Pablo Puyol posan divertidos en el ‘photocall’ a su llegada a Puerto Portals. | Pere Bergas

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Como dijo Doc en Regreso al futuro, «si vas a hacer una máquina del tiempo, hazla con estilo». Por unas horas, Puerto Portals viajó anoche a los años 60 y 70 con su fiesta flower power ‘Peace & Love’, que alcanza su sexta edición, convirtiéndose en una cita obligatoria del estío mallorquín. De este modo, unas 900 personas se reunieron en la marina y, envueltos por una estética colorida y psicodélica, disfrutaron de una noche de fiesta y desenfreno. Un viaje al pasado donde solo importaba el presente.

Entre los invitados había algunas caras conocidas, como el actor Pablo Puyol, que saltó a la fama por participar en la serie Un paso adelante, de Antena 3; el presentador de televisión Gonzalo Miró; la modelo española Noelia López, ganadora de la segunda edición del reality show Supermodelo 2007, o la actriz Esmeralda Moya, conocida por formar parte del elenco de series españolas como Tierra de lobos o Los Protegidos. Antes de comenzar la fiesta, fueron pocos los que se resistieron a tomarse una foto en los photocalls distribuidos en diferentes puntos de Puerto Portals.

Universo hippy.

Inmersos en un ambiente que transformaba la nostalgia en alegría, los presentes comenzaron a sentir el ritmo de la noche a las 21 horas, cuando arrancó la fiesta en la plaza mayor del puerto deportivo. Los asistentes escogieron cuidadosamente el conjunto para la ocasión: níveas telas de lino o, en contraste, coloridos vestidos florales; algún que otro pantalón campana -que hoy vuelven a ser tendencia-, gafas de sol, turbantes y el símbolo de la paz presente en todas sus expresiones. El principal disc-jockey de la noche fue el mítico Joan Ribas, que con solo 17 años, en 1970, ya hacía mover el esqueleto a los hippies de la época en Pacha Ibiza. El experimentado DJ pinchó temas de artistas como Bob Marley, James Brown, Tina Turner, Ray Charles, Freddie Mercury, David Bowie o The Beatles, una selección de clásicos que no defraudó a nadie.

A lo largo de la noche, que se alargó hasta las tres de la mañana, hubo varios shows en directo, inspirados en musicales como Jesucristo Superstar, películas como Grease o en forma de tributo a artistas que marcaron un hito en la historia de la música, como Michael Jackson o Tina Turner.