El cartel lo pone claro: obligatorio bajarse de la bici, por tanto se entiende que la orden no afecta a los patinetes... | Click

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Una vez más volvemos al cierre del carril-bici de la Plaça d’Espanya, según reza el cartel que hay al principio de la calle Marie Curie, que comunica esta con la calle Sant Miquel, en el que se lee en letras negras sobre fondo amarillo lo siguiente: Carril bici cortado por obras. ‘Obligatorio bajarse de la bici. Disculpen las molestias’. Este viernes por la mañana, por espacio de cerca de una hora, estuvimos en la esquina Marie Curie-Sant Miquel, viendo si la orden se cumplía. Y a decir verdad, en más de un 90% de ocasiones no se cumplió, ya que pocas veces el ciclista se apeó de su bicicleta y atravesó la Plaça d’ Espanya a pie. Y también ocurrió en sentido inverso. Por tanto, hay que pensar dos cosas: o los ciclistas no ven el cartel, pese a que lo pone muy claro y a la vista… O no lo quieren ver y pasan de él.

Prohibición solo para bicis
¿Que qué hacen los que se desplazan en patinete? Pues salvo poquísimos, no se apean de él al entrar en esa calle para hacer el recorrido a pie, sino que lo hacen a bordo del patinete, eso sí, la mayoría moderando la velocidad. Claro que, fijándonos bien en el cartel que prohíbe la circulación, éste solo se refiere a las bicicletas. Incluso matiza la prohibición de circular en bicicleta a partir de ahí, añadiendo que es obligatorio bajarse de la bici. Pero no menciona en ningún momento al patinete, por lo cual la prohibición es solo para las bicicletas, de ahí que la mayoría de los que van en patinete no hagan caso… Aunque, como decimos –y vimos– tampoco le hacen caso todos los ciclistas que circulan a partir de la calle donde está el letrero en cuestión. Entonces, ¿qué hacemos? ¿Cogemos criada o nos ponemos a servir…? Porque el cartel lo pone muy claro: prohibido a bicicletas, no a patinetes. Así que, ¿qué va a pasar si uno que va en patinete es multado por no bajarse en ese tramo en el que solo está prohibido circular en bicicleta y reclama…? Porque nos consta que más de uno, en días pasados, ha sido multado… ¿Que dirán los del Ajuntament, que se entiende que es también para patinetes…? Pues no: porque según el cartel, la prohibición es solo para ciclistas.

Deja que desear

Entre las carreteras de Sóller y Valldemosa está el Parc de ses Fonts. Precioso, acogedor, rico en plantas, con dos fuentes, una con escultura, y otra de grandes dimensiones, con espacios amplios, bancos donde sentarse la gente, verja que lo rodea con puertas que se cierran a partir de una hora determinada de la noche, pero… El mantenimiento del parque tiene bastante que desear. No es que queramos meter cizaña… Es que es así. Y no solo lo vemos nosotros, estando una hora en él, acompañados del ‘vecino de a pie de calle’ que nos invita a que lo visitemos.

Mantenimiento, ¿dónde estás?
Vemos que la valla de color verde, en algunos tramos, sobre todo en la parte paralela al suelo, no está solo muy oxidada, sino que el óxido se está comiendo parte de ella. Es más, los restos de lo que fue la valla, yacen sobre el bordillo, a escasos centímetros de esta.

En el parque ha desaparecido parte del césped y, encima, abundan los hoyos, que aparte de causar mal efecto, son un peligro.

De las dos fuentes, solo hay una, la de la escultura de piedra, con agua. Además, estancada. Es decir, agua que está ahí desde el día que cortaron el agua de las fuentes del parque. La otra, la mayor, está seca, gracias a lo cual vemos que en dos partes de lo que es su superficie, está cuarteada… Y lo que se seguirá cuarteando de no ponerle remedio. En el parque hay varios espacios, a modo de calle, que en su día tuvieron plantas en los arcos de hierro que hay en cada una de ellas, distanciados entre sí algunos metros. Hoy siguen esos arcos, pero de plantas en ellos apenas ninguna. El césped, en otro tiempo cuidado y uniforme, hoy ha dejado de existir en determinados espacios del parque, basta, si no, contar la cantidad de césped que falta sobre su terreno.

Eso no ocurría antes –nos dice el ‘vecino a pie de calle’–. Antes había por aquí una persona que se cuidaba del parque… Estaba tan bonito y había tal variedad de árboles y arbustos, que venía gente a propósito a estudiar dichas variedades. Hoy, solo de vez en cuando, vemos a alguien que lo limpia, pero no es suficiente. Eso sí, y volviendo al principio, si las cosas están así en este parque es por la falta de mantenimiento que tiene. Y es que un lugar de la extensión de este, tendría que tener uno, o dos, o tres personas cuidándolo. De lo contrario, he ahí los resultados, y el deterioro imparable del que es objeto el parque.