Acrobacias en el cielo

La exhibición tuvo lugar a partir de las siete de la tarde en el Port de Sóller, con un nutrido público que celebró las emocionantes acrobacias aéreas de los siete prestigiosos pilotos participantes: César Canudas, Raúl Rodríguez, Ramón Morillas, Nico Aubert, Alberto González, Hermes Solbas y Aldo Comas. «Los mejores deportistas del mundo en estas disciplinas somos los españoles, con mucho pique con los franceses», asegura el piloto solleric Canudas, organizador del evento junto a Pep Capó.

El momento cumbre del show, que se prolongó a lo largo de dos horas, fue cuando los pilotos estrenaron un número inédito a nivel mundial. Durante el mismo, dos pilotos a bordo de sendos paramotores con unas cintas enganchadas en el pie hicieron un círculo exacto en el aire que fue atravesado a 250 km/h por un saltador enfundado en un traje de alas. «Durante los entrenamientos, lo habíamos ejecutado un centenar de veces, pero esta ha sido la primera vez que lo hemos hecho en público. Ha sido algo único que nunca se había visto y que nadie había hecho, porque requiere una absoluta compenetración y coordinación del equipo», explica el piloto mallorquín.

Tras el espectáculo, el campo de fútbol del Port de Sóller acogió a partir de las nueve de la noche la presentación de los pilotos participantes en el show, evento que derivó en una animada fiesta amenizada por Djs, música en vivo a cargo de una banda tributo a El Canto del Loco, pantallas con vídeos de acrobacias aéreas e incluso food trucks.

El Adrenaline Show es un espectáculo itinerante que estos prestigiosos pilotos llevan desde hace diez años a diferentes lugares del mundo. Recaló en Mallorca hace cuatro años gracias a Canudas, piloto nacido en Sóller que lleva casi 20 años acumulando horas de vuelo. «Después de muchos años volando y compitiendo por todo el mundo, elegí a los mejores pilotos contra los que competía y formé este equipo, actualmente integrado por nueve personas, todas volcadísimas en el proyecto», explica Canudas, quien adelanta que existe el proyecto de llevar el espectáculo a Palma el año que viene, para poderlo hacer aún más a lo grande, ya que el espacio en el Port de Sóller es algo limitado.