A lo largo del verano, casi 6.000 personas han disfrutado de relajarse en la sombra del jardín. | Pere Bergas

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Como un oasis en el desierto, los jardines de la biblioteca de La Misericòrdia son un remanso de paz en mitad del trajín de la ciudad. Un año más, miles de personas han disfrutado este verano de leer, estudiar y relajarse bajo la sombra de sus árboles en el Bibliojardí. El proyecto nació en 2017 con el objetivo de prolongar los espacios de la biblioteca y adaptarse a las nuevas necesidades de los usuarios. Y cada vez son más los que salen al jardín para leer la prensa, una buena novela o continuar con sus estudios.

«Cada verano el Bibliojardí tiene muy buena acogida, y este año hemos incorporado un ciclo de ocho cuentacuentos. El Bibliojardí comenzó el día 1 de junio y, hasta el momento, llevamos un total de 5.975 usuarios», afirma la directora de la biblioteca, Carmen Martínez. El espacio seguirá abierto al público hasta el próximo 23 de septiembre. El ciclo de cuentos teatralizados, a cargo de la Cía. Espill Teatre, ha sido un gran reclamo, y cada sesión ha contado con unos 140 asistentes. «Cada vez viene más público, algunos repiten. Intentamos organizar un ciclo variado, con diferentes temáticas, marionetas o sistemas teatrales distintos», explica la directora de Espill Teatre, Cristina Francioli.

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Todavía restan dos cuentacuentos, que se celebrarán en jueves, a las 18.30 horas. Así, el próximo 7 de septiembre los más pequeños disfrutarán de Les coses que somii, en el que aprenderán la importancia de luchar y esforzarse por sus sueños. Y el día 21 de septiembre el ciclo se cerrará con Sense trepitjar!, donde se descubrirá cuánto se parecen las personas a los zapatos.