La obra de José Ferragut en Bellver l Jornadas de misterio...

Antes que nada, os cuento que Judit Vega es la directora de la UNED en Balears, además de Licenciada en Geografía e Historia, en Letras por la Universidad de Friburgo, y en Antropología. Tiene, además, máster en Friburgo y UNED, y va a presentar una tesis sobre Arquitectura en la Universitat Rovira i Virgili. Encima, es investigadora de lo que cree que debe de ser conocido y divulgado, como la figura del desparecido José Ferragut, uno de los grandes arquitectos que ha dado la Isla, admirador de Guillem Forteza y de Le Corbusier, reconocido como el maestro de la arquitectura y el urbanismo, además de hacer fotografía, cine y diseño.

«Y lo bueno es que esta exposición sobre él ha valido la pena hacerla, pues desde que la inauguramos, en febrero de este año, entre visitas guiadas y personas que la han visto, al pasar por el Castell, para conocerlo, han sido miles y miles; entre ellas, estudiantes de Suiza, Italia, Coimbra, la Escuela de Arquitectura de Tarragona, además de visitantes extranjeros… Uno de ellos, un alemán, me comentó que, si este hombre hubiera nacido en Alemania, hoy sería conocido en todo el mundo, sobre todo por lo que ha hecho. Y algo parecido me dijo de él un norteamericano».

Ferragut, el gran desconocido

Y es que Ferragut fue mucho, por lo que construyó en la Isla y lejos de ella. En Palma, el antiguo edificio de GESA, lo más moderno del mundo en aquellos años; modernidad que contrastaba con las murallas y la Catedral, símbolos de la historia que almacena la ciudad. «Porque lo que él pretendía era que la persona que llegara a Palma viera ese contraste: una ciudad moderna con una gran base histórica. Además, lo construyó así no por casualidad. Lo construyó con la fachada ancha mirando al mar, a fin de que el edificio, viniendo por la autopista, no tapara el de la catedral y las murallas, sino que se pudieran ver los dos; no como el Palau de Congressos, que tapa las vistas y no deja ver lo que hay detrás de él. No olvidemos tampoco la Porciúncula… ¿Cuántos mallorquines se desplazaron desde cualquier punto de la Isla para verla a poco que se construyó? ¡Muchísimos! Porque es una maravilla en todo.

Durante el tiempo que estuvo haciendo las visitas guiadas sobre la vida y obra de este hombre, algunos de los que viven en casas que construyó, ahora, visitando la exposición, se han enterado de que las diseñó él. Incluso los que viven en un edificio de Barón de Jaume de Santacilia, construido por él, me han dicho que en el zaguán han colocado el cartel enmarcado de esta exposición. En cuanto a otras obras proyectadas por Ferragut –continúa Judit–, así, a vuela pluma, las hay en Jaime III y en el Olivar; están también el colegio y la iglesia de Sant Josep Obrer, el de Santanyí, el de Son Gotleu y el de Sant Francesc… Edificios como la Concha del Lago (Alcúdia) o el edificio Primavera en Palma son también suyos, además de los planes urbanísticos de Alcúdia, Pollença, Lago Esperanza, Bonaire y Mal Pas. Además, hizo el santuario de Cura, remodeló el camarín de la Virgen de Lluc, el Calvari de Pollença… y, en Madrid, hizo el Colegio de Vallecas y el de Obispo Perelló, así como la iglesia Ntra. Sra. de Lluc. También proyectó para Valencia y México».

Judit, que comenzó a interesarse por la vida y obra de Ferragut a raíz de una visita que hizo a la Porciúncula, está convencida de que no lo mataron por ser homosexual. «Por líos entre homosexuales, no lo creo… Siendo ya algo mayor, soltero y sin ninguna mujer a su lado, pues alguno pensó que lo era. Pero estoy convencida de que lo mataron por cuestiones de trabajo, por él estar en contra de determinadas construcciones y no firmar según qué planos».

Lo que sí tiene bien claro es que no va a parar de investigar y de hablar de este hombre hasta que Palma le ponga una calle a su nombre, «que se lo merece por lo mucho que hizo por la ciudad. Por otra parte» apostilla, «es una pena que hasta la fecha solo haya un libro que hable de él, el escrito por su sobrino, José Ferragut Canals, arquitecto como él. Por eso, no voy a parar; y mucho más viendo la respuesta que está dando la gente», de lo cual ha informado, tanto al alcalde Martínez, como al responsable de Cultura del Ajuntament, Javier Bonet. «Creo que esta vez lo conseguiremos».

Proyectos en marcha

Días atrás, en una visita que hicimos al Círculo de Bellas Artes, sito en el Casal Balaguer (Carrer Unió, de Palma), nos encontramos con Toni de la Mata, miembro de la junta directiva de la citada entidad sociocultural, recién llegado de Toledo, hasta donde viajó para asistir, en el castillo de San Servando, a unas jornadas de Misterio, Leyenda y Alquimia. Y si viajó hasta allí, fue por varios motivos: primero, por su condición de Caballero Templario, nombrado como tal en el Castillo de Los Templarios, de Ponferrada, hace dos años. Segundo, porque le interesan esos temas, y más cuando en ellos, a menudo, interviene Aldo Linares, uno de los colaboradores del programa de Cuatro, Cuarto Milenio –por cierto, la visita que hizo Toni al citado castillo fue para escuchar una conferencia que dio este–. Y, tercero, porque el próximo año podría traer unas jornadas similares a Mallorca, «y mucho más tras haber hablado con miembros de la organización toledana de dichas jornadas, que han visto con muy buenos ojos que se pudiera hacer algo parecido en la Isla, donde me consta que hay mucha gente interesada por estos temas».

El pintor Miquel Martorell, que está a su lado, escuchando, asiente. «Y entre ellos, estoy yo», dice. Cosa que no nos extraña, pues nos consta que en su casa ha vivido fenómenos paranormales… que luego no lo fueron tanto como al principio creyó. Pero eso lo contara él algún día. El lugar pensado por Toni para llevar a cabo estas jornadas es la sede del Estudi General Lul·lià.

Por cierto, también estaba en el Círculo de Bellas Artes Carlos Ordinas, presidente del Círculo de Escritores de Balears, quien ya ha formalizado oficialmente el mismo, cosa que hará saber al negociado de Cultura, de Cort, a fin de que le facilite un local para las reuniones, «pues de momento las hacemos en un bar y... pues que ahí no es plan».