El encierro por la pandemia de COVID-19 ha hecho que muchas personas decidiesen cambiar su vida. Un ejemplo es Paloma Pérez, ibicenca de nacimiento y residente en Llucmajor, que tras el confinamiento se animó a lanzar junto a su marido José Molina y su amigo Rafael Campos su propio juego de mesa. La diseñadora gráfica explica que se conocen desde hace casi veinte años y que siempre han sido aficionados a este tipo de juegos, hasta el punto que en la universidad ya hacían partidas con un prototipo creado por Rafa.
«Él es muy activo a nivel creativo. Durante años se dejó aparcado el tema por la familia y el trabajo... Pero en la pandemia tuvo tiempo, creó un prototipo muy básico en casa y cuando pudimos quedar lo trajo», recuerda Paloma. Tras casi dos años de trabajo, en los que pulieron las dinámicas y diseñaron la parte gráfica, nació Space United Nations (S.U.N.), un juego de cartas de estrategia, gestión de recursos y negociación. «Desde que empezamos con la primera idea hasta ahora hemos ido aprendiendo cuánto hay que fabricar, tamaño, precios... Hemos hecho un crowdfunding que nos sirvió para conseguir financiación y el pasado mes de abril acabamos la producción», indica Pérez.
Contentos con el resultado, decidieron presentar S.U.N. al Concurso de Protojuegos Verkami - DAU Barcelona, donde obtuvieron la mención especial del jurado. Pero este no es el único juego creado por estos amigos: «Tenemos niños pequeños y cuando hacíamos partidas se aburrían, por eso Rafa pensó Porca Miseria, unas cartas más sencillas en las que el objetivo es hacer una pizza». Paloma se muestra contenta con los resultados, aunque indica que todavía tienen mucho camino por recorrer: «Sabíamos que estamos en un rango moderado. Nos faltaba hacer promoción previa. Empezando es normal, sabemos que la cantidad de gente de la isla a la que le puede interesar es limitada», reconoce.
Actualmente los dos juegos se comercializan por 14,90 y 29,90 euros en seis tiendas: tres en Mallorca (Gamers, Gotham y Kaito Shop), una en Madrid, otra en Barcelona y otra en Córdoba. Además, se pueden adquirir online y en algunas ferias de temática friki. Ahora que conocen mejor el mercado, su objetivo es crear dos nuevos juegos y mejorar su promoción en redes sociales: «Para nosotros es una inversión para darnos a conocer, es un trampolín para hacer más cosas. Queremos empezar a poner cosas en inglés, hacer crowdfunding internacionales, crear comunidad y ver qué pasa». Y es que Paloma tiene claro que su aspiración es poder vivir de lo que realmente les gusta: «Dedicarte a ser friki y disfrutar cada día que te levantas de lo que haces».
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