Julio Alberto González, director del FesJajà. | R.D.

TW
1

El año que toca a su fin ha sido generoso con el FesJajà. Además de cerrar su XIV edición con más de 25.500 asistentes -10.000 más que en 2022-, convirtiéndose en el festival del humor más grande de Europa, este evento dirigido por Julio Alberto González se alzó con el premio a Mejor Festival No Musical de España en los Iberian Festival Awards. Con el afán de un mediofondista etíope, FesJajà va coleccionando récords, pero se avecinan cambios importantes en esta cita referente en el panorama del humor por la que han desfilado primeras espadas como Juan Dávila, Martita de Graná, Goyo Jiménez, Dani Rovira, Luis Piedrahita y Eva Hache, entre muchos otros.

Con vistas a su próxima edición, FesJajà mantendrá la calidad de su cartel pero reducirá el número de bolos. «Este año ha sido una locura a nivel logístico, mientras hacíamos el festival gestionábamos cinco giras internacionales de otros artistas que representamos. Hemos llegado ha gestionar más de cien bolos solo en octubre, un caos...», se lamenta González, que promete «nombres gordos en la próxima edición, como hacemos siempre».

Este año el festival se ha descentralizado de Palma, extendiendo sus tentáculos hasta Cala Millor, Petra, Inca y Calvià, una «tendencia que seguirá y que inlcuso puede ir más allá. Estamos trabajando para llevar FesJajà fuera de Mallorca, si no es el próximo año será en 2025». En otro orden de novedades, cuenta González que planean abrir el cartel a un público más angular, «tenemos cerrado en un noventa por ciento la primera actuación de habla no hispana, son dos cómicos muy reconocidos en su país». Precisamente, sobre el próximo cartel, adelanta que «ya tenemos doce nombres cerrados». Lo curioso es que no se han tenido que poner en contacto con ninguno de ellos. «Todos han llamado para ofrecerse, lo cual es muy gratificante, recuerdo que en las primeras ediciones del festival teníamos que ir detrás de algunos artistas, y hoy todo el mundo quiere actuar en el FesJajà».

Lejos queda aquella primera edición de 2010 en Calvià, por cuyo cartel asomaban unos jóvenes Goyo Jiménez, Edu Soto y Quequé, reuniendo a 800 asistentes. Trece ediciones después la cifra se ha multiplicado por más de 30, un dato que habla de la capacidad de expansión y evolución de este evento que ha puesto a la Isla en el centro del humor europeo, algo que nadie podía imaginar en sus remotos inicios, y que es el reflejo del gran momento que está viviendo el humor en España, donde la progresión del consumo de comedia, sobre todo a través de nuestros smartphones, está alcanzando picos hasta ahora nunca vistos.

Nombres propios

Preguntado por los nombres propios de esta pasada edición, el director no duda a la hora de señalar a los humoristas madrileños Juan Dávila y David Cepo. «Dávila podría haber hecho veinticinco llenos, tiene una gran capacidad de convocatoria. El día que pusimos las entradas a la venta había más de 13.000 personas intentando comprar, y piensa que la gente suele comprar un mínimo de dos entradas, así que haz números… El otro nombre que me gustaría destacar ha sido David Cepo, creo que ha sido el artista revelación con tres funciones con sold out».